En concreto, según ha indicado Asviamie, se condena a la empresa a indemnizar con 224.634 a la viuda y tres hijas, como sucesoras de la demanda de H.O.M y la interpuesta por éstas, tras fallecer el enfermo.
Asimismo, se condena a Izar a indemnizar a la viuda con otros 102.000 euros, 52.000 euros a la hija discapacitada que convivía con el fallecido, así como 35.000 y 20.000 euros a las otras hijas (dos tienen una discapacidad del 70 y 65% respectivamente), absolviendo a Construcciones Navales del Norte SL de sus responsabilidades.
Según ha indicado Asviamie, H.O.M. se incorporó a la Naval en 1966, pasando en 1969 a Astilleros Españoles, donde permaneció hasta junio de 1998, año en el que se prejubiló. Su actividad estaba dedicada a montar y desmontar andamios en los barcos que otros gremios utilizaban, «estando en contacto con una polvareda y fibras de amianto».
En mayo del 2016 le diagnosticaron un mesotelioma pleural epiteloide, «que es reconocida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social como Enfermedad Profesional y se le dio la Incapacidad Absoluta con 73 años, falleciendo en febrero pasado».
Asviamie ha señalado que La Naval y Astilleros Españoles «incumplieron la legislación del amianto, que ya desde 1960 se consideraba un riesgo para la salud de los trabajadores». En ese sentido, ha recordado que la asbestosis «se listó como enfermedad profesional en 1961 y desde 1957 se prohibía el contacto con la fibra cancerigena a menores y mujeres, mientras que en 1978 se considera el Mesotelioma como Enfermedad Profesional».
Por ello, ha dicho que «las empresas estaban obligadas a la protección del trabajador con controles médicos específicos, el control y medición ambiental del polvo con medidas tendentes para reducir el ambiente pulvigeno, la dotación de protección individual de los trabajadores, y la ventilación adecuada de los locales de trabajo, medidas preventivas derivadas de la amplia legislación que los Astilleros incumplieron».
Asviamie ha destacado que la sentencia «desbarata los argumentos de Izar Construcción Navales, que trata de culpar sin prueba alguna a otras empresas, en las que el fallecido trabajó antes de su incorporación a la Naval en 1966, llegando cuestionar el vínculo entre el fallecimiento y el Mesotelioma como enfermedad profesional certificado por el Hospital San Juan de Dios».
Satisfacción de Asviamae
La asociación vasca de víctimas del amianto ha mostrado su satisfacción por la sentencia, que, a su entender, «pone al descubierto el incumplimiento durante décadas por las empresas de la amplia legislación de Seguridad e Higiene vigente, al despreciar los riesgos del amianto para la salud de los trabajadores y la prevención de las enfermedades profesionales».
Para Asviamie, «ha llegado la hora, de que las empresas de la Industria Naval se impliquen conjuntamente con los gobiernos, mutuas y grandes empresas que manipularon la fibra cancerígena en la creación del Fondo de Compensación que repare el daño causado a las victimas del amianto, evitándoles la vía judicial, cuyo trámite Parlamentario iniciará probablemente tras el periodo vacacional». Además, cree que urgente la necesidad de crear el Fondo de Compensación.