Los cambios que el president, Carles Puigdemont, realizó la semana pasada en el Govern, incluido el departamento de Interior, ahora en manos de Joaquim Forn, siguen teniendo consecuencias en el organigrama institucional con el que la Generalitat afrontará el referéndum del 1 de octubre: esta mañana ha dimitido el director de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle.
Ex alto cargo del Tripartit y vinculado en su día a la órbita del PSC, Batlle se había destacado por exigir un riguroso respeto a la legalidad vigente por parte de los Mossos d'Esquadra, lo que podría suponer un obstáculo en el momento en que la legalidad española y la catalana choquen irremediablemente a cuenta del referéndum.
Aunque no hay información oficial al respecto, medios catalanes aseguran que Batlle ha alegado «motivos políticos» para justificar su dimisión, a la que el nuevo conseller Forn había dejado la puerta abierta en una entrevista realizada el pasado sábado.
El papel de los Mossos puede llegar a ser crucial el próximo 1 de octubre. Más allá de las hipótesis o los rumores sobre una posible intervención de la institución por parte del Estado español, lo cierto es que, ahora mismo, la Policía catalana ya actúa como Policía judicial bajo las órdenes de la judicatura española. Por ello, será determinante el papel de los Mossos en el hipotético caso en el que un juez les ordenara actuar contra el referéndum.
El sustituto, Pere Soler
Según fuentes del Govern citadas por Efe, el nuevo director de los Mossos d'Esquadra será Pere Soler, que en 2013 fue nombrado director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, dependiente de la consellería de Justicia cuando estaba dirigida por Germà Gordó.
Se espera que, tras ser propuesto por el conseller de Interior, sea nombrado oficialmente mañana.