La Delegación del Gobierno español sostiene que el recibimiento a Pipe San Epifanio en Indautxu, después de 23 años en prisión, podría constituir un «delito de enaltecimiento del terrorismo y/o humillación de las víctimas o sus familiares».
La Delegación afirma que San Epifanio fue recibido «con un pasillo de honor» y se le bailó un aurresku «mientras simpatizantes, situados junto a él en un escenario, portaban fotografías de tres presos de la banda terrorista encarcelados, y otros asistentes mostraban banderas de acercamiento de presos».
A su juicio, esa actuación, «ejecutada con especial publicidad, además de comportar un flagrante atentado de la Dignidad de las Víctimas del Terrorismo de ETA, podría constituir un delito de enaltecimiento del terrorismo y/o humillación de las víctimas o sus familiares, de conformidad con lo previsto en el artículo 578 del Código Penal», por lo que ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de la Audiencia Nacional española, «a fin de que pueda ejercitar las acciones oportunas».