El último preso por la venganza estatal contra los artífices del giro estratégico de la izquierda abertzale, Rafa Díez Usabiaga, recuperará la libertad hoy, presumiblemente a primera hora, desde la prisión cántabra de El Dueso. Allí, en Santoña, estaba previsto un acto al estilo del que se realizó en Logroño el 1 de marzo de 2016 por la excarcelación de Arnaldo Otegi. Sin embargo, a primera hora de ayer se conocía que el evento ha sido denegado por la Delegación del Gobierno español en Cantabria.

Esta oficina justificaba su veto en que la petición se había trasladado fuera de plazo, pero poco después el dirigente del PP Pablo Casado hacía desde Elche una reivindicación política, al asegurar que su partido «no tolerará homenajes» a Rafa Díez. «Esperamos no tener que volver a enfrentarnos a esa humillación hacia las víctimas de que homenajeen a aquella persona que encabezó el entramado sindical de la ilegalizada Batasuna», añadió Casado en una frase plagada de errores: ni Rafa Díez fue condenado por liderar LAB ni este sindicato tenía vinculación orgánica con Batasuna.

Para completar el embrollo, a mediodía la Audiencia Nacional rechazaba la petición de la asociación ultra APAVT de que se prohibieran tanto el acto de Santoña como el vespertino de Lasarte. Y en el auto, firmado por Fernando Andreu, se deja claro que el derecho de reunión impera y «no existe constancia alguna que permita afirmar que se haya producido o se vaya a producir delito alguno». Ello entra en contradicción con la denegación de la Delegación en Cantabria, que en su resolución, además del asunto técnico del plazo, aludía a posibles problemas de orden público.

Así las cosas, el cuadro final se resume en que el acto previsto en El Dueso (a eso de las 8.00) tiene permiso de la Audiencia Nacional pero ha sido denegado por la Delegación del Gobierno español en Cantabria, y por contra no hay veto alguno para el que se celebrará en su localidad de Lasarte.

Ante la situación creada por el veto de Santoña y «la imposibilidad material de presentar un recurso», LAB improvisó una nueva convocatoria, a fin de «recibir a Rafa Díez como se merece». Tendrá lugar en el barrio Pobeña de Muskiz a las 11.45, en formato de «concentración-acto en favor de la libertad de expresión y la vuelta a casa de todos los presos y presas vascos». Y se mantiene intacta la convocatoria de Lasarte, a las 19.30 en la Plaza Okendo.

Seis años y medio

La excarcelación del ex secretario general de LAB se produce al concluir la condena de seis años y medio de cárcel que se le impuso por el llamado caso Bateragune, la misma que a Arnaldo Otegi. Ambos fueron condenados en condición de «dirigentes» de ese grupo, por lo que se les aplicaron seis meses más de castigo que a Arkaitz Rodríguez, Sonia Jacinto y Miren Zabaleta.

Durante este tiempo, el recurso contra la condena ha llegado a Estrasburgo, donde está admitido parcialmente desde noviembre de 2015, pero ello no se tradujo en la lógica excarcelación cautelar ni de Otegi –entonces aún preso– ni de Díez Usabiaga. Si Europa terminara dándoles la razón, por tanto, no tendría efecto alguno en términos de reducción de cárcel.

Tras la reforma legal en el Estado español que rebaja las condenas por «delitos menos graves», la defensa de Díez peleó también su excarcelación, pero el Supremo la descartó en una deliberación realizada en mayo y que se comunicó en julio, con un voto particular discrepante.