Ya en su primer año consiguieron movilizar a cientos de personas que fueron a Grecia y constataron cómo Europa ha decidido hacer de sus países del sur: fosas comunes en el mediterráneo y campos de concentración para los refugiados que pueden llegar vivos, empeorando su ya de por sí precaria situación y aumentando las tensiones internas en los países de acogida.

Este verano, volvieron a coger sus mochilas y zarparon hasta Melilla en donde en el camino han denunciado y visibilizado los CIES: cárceles inhumanas en donde se mete a sin papeles a la espera de deportación, siendo eso un delito administrativo; denunciando la mano semiesclava migrante de los campos de Almeria; los abarrotados, injustos y poco efectivos CETIs; el comercio «atípico» melillense en donde se utiliza a mujeres sin derechos como mulas de carga para pasar mercancías por la frontera española-marroquí; y la situación insostenible de los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) que viven en las calles sin ningún tipo de tutela institucional.

Visibilizaron los vacíos que permiten la vulneración de los Derechos Humanos de nuestro Estado de Bienestar. Queremos reseñar también el preponderante papel de Ongi Etorri Errefuxiatuak como organización feminista, que se constata en la mayoría de mujeres participantes, por ejemplo, en la última caravana, y en el especial cuidado con el que han querido visibilizar la doble injusticia y vulnerabilidad de la mujer y el colectivo LGTBI como migrantes y refugiadas. Por otra parte, nunca debemos olvidar que no es una crisis humanitaria, ni una avalancha, es una crisis de las políticas sistemáticas europeas.

Se ha decidido crear un proyecto europeo de fortaleza privada y privatizada. Una política criminal europea desastrosa en lo humano, pero exitosa en lo económico, con fuertes beneficios para las empresas relacionadas con la seguridad, las mafias de la trata y que nos permite tener mano de obra esclava, invisible y con sueldos de miseria en la construcción, en los mares de plástico y que se hace cargo de los cuidados de una Europa envejecida, mientras traficamos con sus órganos y comercializamos impúdicamente con sus cuerpos. Nos hemos acostumbrado a dejarles de ver como personas. Una migración que surge de conflictos alentados por nuestros países y nuestro modo de consumo. Guerras que alimentamos, cambios en su clima y deterioros de sus recursos que llevan nuestras huellas y de las que después nos desvinculamos.

Por eso animamos a todas a acudir a los actos que proponga Ongi Etorri estas fiestas y a que os animéis a colaborar! Pensad que la manera en que abordemos la migración y el refugio y sus causas es la que definirá la construcción de la Europa que deseemos para nosotras. Podemos apostar por una injusta y criminal, llena de cerrojos, racista y armada o pensar en una Europa de los pueblos que acoge a otros pueblos, se solidarice y no alimente ni participe en sus conflictos. Una Europa con canales naturales de acceso de la migración y del refugio, que construya vías seguras y con una adecuada ley de asilo, en donde ninguna persona es ilegal.

Por todo ello, Ongi EtorriErefuxiatuak, Ongi Etorri Migranteak, Ongi Etorri Nati Aste Nagusira!!!