Junts pel Sí y la CUP aprobarán antes de la votación del 1 de octubre tanto la Ley del Referéndum como la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República –presentada ayer–, la principal de las llamadas leyes de desconexión con el Estado, prevista para, en caso de que ganara el ‘Sí’ a la independencia, crear un marco legal alternativo al español.
Preguntado sobre si el Govern desobedecerá o desoirá al TC si suspende la futura Ley del Referéndum, Turull ha dejado claro: «Les puedo asegurar que el Govern será absolutamente leal al mandato que salga del Parlament. Obedeceremos al Parlament, con todas las consecuencias».
Turull ha ironizado con que «las ruedas de prensa del TC las podría hacer un ministro», al acusar a ese tribunal de estar politizado y «depurar jurídicamente las decisiones de Moncloa», «persiguiendo ideológicamente» a los dirigentes soberanistas.
«Nos debemos a los ciudadanos y al Parlament. No nos movemos en términos de desobedecer o no acatar, sino que tenemos claro que lo que obedeceremos es el mandato de los ciudadanos y el Parlament porque eso es la democracia», ha afirmado.
En rueda de prensa tras la reunión del Ejecutivo catalán, Turull ha recordado que hay «muchas vías» para aprobar dichas leyes, como la opción del artículo 81.3 del reglamento, para alterar el orden del día de un pleno en el último momento, o la del decreto ley del Govern, por lo que la cuestión no es «cómo se tramita».
«Que nadie sufra –ha aseverado–. La determinación de hacer el referéndum es total y el 1-O los ciudadanos votarán. Con tiempo suficiente todo el mundo sabrá dónde deberá ir a votar, todo el mundo tendrá información precisa y perfecta».
Turull ha dicho «no estar sorprendido» ante la demanda de la CUP para que ambas leyes, la del Referéndum y la de Transitoriedad, se aprueben en el pleno de la próxima semana.
«Estoy acostumbrado, cada fuerza es muy legítima de pedir lo que considere, del mismo modo que han de entender que, si esto saliera mal, nos mirarán a nosotros y no a ellos. Pedimos que se respeten nuestros ‘tempos’», ha detallado.
Pero el conseller ha evitado en toda su comparecencia dar pistas sobre el calendario y procedimientos que seguirá el Govern para la convocatoria del referéndum, bajo el argumento de que las leyes de desconexión aún no están aprobadas por el Parlament y, cuando así sea, el Ejecutivo catalán dará «todos los detalles».
«Cuando haya convocatoria del referéndum, el Govern dará todo lujo de detalles de todo el operativo. El reto no es dónde están las urnas, sino cuán llenas estarán», ha dicho, y ha subrayado que «si las urnas están llenas y el resultado es claro, la comunidad internacional evidentemente reconocerá el referéndum».
Porque Turull ha reafirmado que «el 1 de octubre habrá urnas», ya que «la determinación es absoluta». «Nuestra obsesión no ha de ser la parte administrativa de las urnas, que la explicaremos cuando corresponda, sino poner las urnas», ha dicho al ser preguntado sobre si el Govern dispone ya de más de 6.000 urnas, como anunció el president Carles Puigdemont. «Si el presidente lo dijo, es así», ha remachado.
«Haremos todo y más para que haya urnas, y otros se pueden decantar por retirarlas. Unos quieren profundizar la democracia y a otros les asusta la democracia», ha dicho, acusando al Gobierno del PP y al PSOE de tratar a los catalanes «como súbditos y no como ciudadanos».
Puigdemont
Por otro lado, el president, Carles Puigdemont, en un videochat con los ciudadanos ha asegurado que como máximo dejará su cargo cuando se convoquen las elecciones constituyentes –que el proyecto de ley de transitoriedad prevé como máximo seis meses después del 1-O si gana el ‘Sí’– y se ha descartado como futuro candidato.
Puigdemont siempre ha defendido que no quiere repetir como presidente y siempre se ha descartado como candidato del PDeCAT, y así lo ha reafirmado en este diálogo.
Será presidente «hasta las elecciones constituyentes»: la ley de transitoriedad establece que, si gana el ‘Sí’ en el referéndum, haya elecciones constituyentes antes de seis meses.
Si gana el ‘No’, Puigdemont dejaría de ser presidente mucho antes, ya que –como ya había anunciado– convocará elecciones autonómicas, «entre 40 y 60 días» después del referéndum.
«Yo no estaré en este paso como presidente», ha dicho, en alusión a la fase posterior del proceso: elecciones constituyentes y después creación de una Asamblea que redacte una constitución.