«Ha estado diez años con nosotros y es un amigo. Se hará raro verle en la portería contraria, pero intentaremos marcarle algún gol y que los puntos se queden en casa», declaró ayer en Lezama Markel Susaeta en rela- ción al regreso de Gorka Iraizoz.
Sin embargo, el jugador no se detuvo demasiado en el aspecto emocional porque considera que en el duelo contra el Girona van a «necesitar hacer un partido muy completo» para superar a un rival «valiente» que «ha dado buena imagen» en sus dos primeros encuentros en Primera y tiene los mismos puntos, cuatro, que los rojiblancos.
En cualquier caso, se mostró optimista, ya que considera que «este parón nos ha venido bien porque empezamos muy temprano y llevamos una carga superior a la de los demás. Hemos cumplido los objetivos, aunque hay cosas que se pueden mejorar, por ejemplo en ataque. Más líneas de pase, más llegadas, más goles... Estamos en ello», subrayó el delantero.
A título personal, se mostró «bastante contento» de su comienzo de temporada después de que la pasada fuera «la más difícil» por tratarse de la que menos minutos disputó desde su ascenso al primer equipo hace diez años. «Kuko hace rotaciones y eso nos tiene a todos en alerta. El año pasado también estábamos muy enchufados. Ernesto veía que no eran tan necesarias y Kuko parece que sí», manifestó Susaeta.
Iraizoz: «Es mi familia»
Por su parte, Gorka Iraizoz, en su comparecencia en Girona, reconoció que «cuando el balón empiece a rodar no dejará de ser un partido de fútbol, pero sí que habrá muchas emociones para mí, para mi familia y para la gente de Bilbao, porque el Athletic es mi familia y será un momento especial». Añadió que tiene «un grandísimo recuerdo que jamás será borrado de mi mente. Solo tengo grandes palabras por lo que viví allí».
Eso sí, dejó claro que «no firmaría el empate. Siempre he querido ganar los partidos. Estamos en una buena dinámica y ganar en un campo como San Mamés, sabiendo lo que supone, sería otro golpe de autoestima para nosotros», sentenció.
Susto con Aduriz
Aritz Aduriz se retiró al vestuario antes de finalizar el entrenamiento por unas molestias en la espalda, cuyo alcance se desconoce. Por su parte, Óscar de Marcos empezó a correr.