Ramón SOLA

Voces internacionales que remarcan los apuros de Madrid

La posibilidad de una secesión en el marco europeo acapara ya decididamente la atención de los grandes medios mundiales. Y, frente al monotemático mensaje español, emerge la idea de que Madrid tiene mucho que perder ahí. Hasta la agencia Moody’s le avisa.

La Diada fue ayer tarde noticas en el mundo occidental, casi sin excepción. Lo es en realidad hace una semana; desde la aprobación de la Ley del Referéndum impera la concepción de que el conflicto no tiene vuelta atrás y ello obliga a reenfocar la lectura del hecho catalán. Y también a enviar a Catalunya a enviados especiales que hasta ahora informaban siempre desde Madrid, con la distorsión que ello implica. En ese viaje han descubierto que el Estado español está recurriendo a «falsas noticias y amenazas» (Al Jazeera), que tiene problemas serios para frenar técnicamente la votación (‘‘Financial Times’’) o que el 1-O puede revertir realmente la dependencia histórica de Catalunya respecto a España (‘‘The Guardian’’).

Antes de la marcha de ayer, Carles Puigdemont celebró un encuentro privado con algunos de estos corresponsales. Ha trascendido que le preguntaron si teme que será detenido, a lo que el president respondió que «eso no ocurrirá». En este detalle queda claro que en el exterior se ha extendido la tesis de que Madrid caerá en la tentación de una respuesta represiva: «Mi mensaje a Madrid es ‘relájense’», ha dicho Yanis Varoufakis en ‘‘The Huffington Post’’. También John Carlin, periodista de referencia en tres continentes (Europa, América y África) y muchos medios además del español ‘‘El País’’, recuerda que el origen está en la percepción del «maltrato» que existe en Catalunya. Y recomienda: «Aunque solo fuera por esta razón los catalanes se merecen el derecho a celebrar un referéndum aceptado por el resto de españoles (...) Los que no lo ven o no lo admiten tendrán que aceptar su cuota de culpabilidad histórica, especialmente en el probable caso de que el lío catalán se vuelva más feo de lo que ya es».

Mientras desde la capital española, prácticamente a una sola voz, se lanzan mensajes tenebrosos a la ciudadanía catalana, en algunos medios internacionales la tesis central es precisamente la contraria. El semanario europeo ‘‘Politico’’ ha publicado un análisis sobre lo que perdería lo que quede del Estado español con una eventual independencia catalana, recordando que estas cuatro provincias suponen el 20,1% de su PIB, el 25,6% de sus exportaciones y el 23,8% del turismo.

Más significativo aún puede ser el aviso de la agencia crediticia Moody's, que advierte de que el rating del Estado español se revisará el 20 de octubre y que la independencia de Catalunya tendría consecuencias evidentes sobre el mismo dado el debilitamiento de la economía estatal. Ello tras afirmar que su previsión es que no ocurrirá.

El Barça, también en juego

Entre los puntos de atención en el ámbito internacional está la propia Liga de fútbol, sobre todo después de que la pasada semana su presidente, el exmilitante de Fuerza Nueva Javier Tebas, asegurara que el Barcelona sería excluido de la competición estatal si Catalunya se independizara. En medios deportivos de diferentes puntos del planeta se ha recogida la afirmación consiguiente del entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, señalando que no prevé que eso pase, «y tampoco lo quiero».

Como argumento coercitivo, por cierto, ni siquiera este parece funcionarle al Estado. En el acto matinal de la Diada, el vicepresidente del Área de Relaciones Internacionales e Institucionales del Barça, Carles Vilarrubí, replicó con sorna a tal amenaza: «El Barcelona jugará donde jueguen Espanyol y Girona». Y recordó que el club se ha alineado claramente en favor del derecho a decidir.