Iraia OIARZABAL

Periodismo, compromiso y comunidad

'Egin' nació hace 40 años fruto del compromiso de una comunidad. Su historia y su cierre ordenado por la Audiencia Nacional lo marcaron. Pero también dejan un poso, en parte en estas páginas, con el que abordar el futuro.

Los cursos de verano de la UPV-EHU analizaron ayer, en su última jornada de este año, la historia de “Egin” 40 años después de su nacimiento, recordando también su traumática clausura por orden de la Audiencia Nacional española y abordando el presente y futuro del panorama mediático actual.

El director de GARA, Iñaki Soto, resumió en la introducción los objetivos de este curso: «reivindicar la iniciativa comunitaria desarrollada en este país hace 40 años y extraer lecciones para el futuro en un momento tan complicado para el periodismo». Y es que tal y como constataron los ponentes de ayer, la creación de “Egin” fue un gran reto, logrado gracias al trabajo colectivo de toda una comunicad, y no son menos los desafíos que el periodismo tiene hoy en día por delante.

En estos parámetros, la jornada transcurrió con momentos verdaderamente emotivos por los recuerdos recopilados durante décadas, pero también con la ambición de avanzar en un sector con grandes interrogantes por delante.

 

«Molestábamos más por la denuncia social que por la denuncia política. Eramos un periódico atípico»

JOSE FELIX AZURMENDI

Exdirector de ‘‘Egin’’

«La idea de crear un periódico me pareció una locura», expresó quien fuera nombrado director en 1980. Pronto quedaría convencido de la necesidad de aquella «locura». «‘Egin’ era mucho más que el periódico de la izquierda abertzale, tenía una gran sensibilidad social. Molestábamos más por la denuncia social que por la denuncia política. Ese fue nuestro mayor acierto, éramos un periódico atípico», dijo en el debate a dos mantenido con Javier Salutregi. Recuerda que hasta que se introdujo el editorial en el diario en la etapa de Salutregi, la editorialización era «indirecta» a través de la priorización de las noticias. «Era un mecanismo de defensa, porque podíamos editorializar contra ETA pero no contra la tortura», afirmó. No pudo evitar mostrar cierto pesimismo: «creo que la realidad hoy tiene muy poco que ver con aquello que hizo posible la salida de ‘Egin’».

 

«El Departamento de Estado de EEUU dejó escrito que ‘Egin’ era el mejor de los periódicos revolucionarios»

IÑAKI EGAÑA

Historiador

El historiador Iñaki Egaña realizó un breve repaso del surgimiento de “Egin” y sus 21 años de andadura, no sin antes recordar a los trabajadores del diario todavía hoy en prisión. Dos décadas en las que el diario tuvo que hacer frente a difíciles momentos, desde campañas contra la propia empresa hasta amenazas y ataques a sus trabajadores. Situaciones en las que, apuntó, la respuesta popular fue importante y ejemplar. Egaña destacó cómo nació “Egin”, con la aportación de un millón por parte de 11 personas que se mantuvieron en el anonimato. A ello le siguieron campañas pueblo a pueblo en las que llegaron a conseguirse hasta 25.000 participaciones. También su cierre dio pie a paradojas: «‘Egin’ fue el primer periódico en digitalizarse en todo el Estado. Paradójicamente, lo hizo el Ministerio del Interior comprando la colección de ejemplares del Koldo Mitxelena».

 

«La mayoría de los partidos dieron por buena la versión del ministro del Interior»

JESUS MARI ZALAKAIN

Profesor de la UPV-EHU

Ya se sabe que el proyecto surgido del impulso comunitario tuvo un final traumático en 1998, cuando por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón fue clausurado y sus directivos encarcelados. Jesus Mari Zalakain, profesor de la UPV y encarcelado en dicho proceso, protagonizó una emotiva intervención. La ya conocida frase de José Maria Aznar «¿Se creían que no nos íbamos a atrever?» describe el carácter político de aquellos hechos. «Todos sabemos, y Garzón también, que ese auto era anticonstitucional. El Supremo declaró, demasiado tarde, ilegal el cierre de ‘Egin’», declaró quien pasó nueve años en prisión. En un repaso de los 16 meses que duró el juicio del macrosumario 18/98, remarcó la injusticia de un proceso que calificó de caótico y lleno de obstáculos. Especialmente duro, confesó, los testimonios de tortura que tuvieron que escuchar.

 

«Ver ‘Egin’ cada día era un milagro, y se convirtió en una necesidad. En esto se hermana con ‘La Jornada’»

JOSETXO ZALDUA

Subdirector de “La Jornada”

La portada del primer ejemplar de “Egin” llevaba una fotografía realizada por él. Llegado desde Mexico, Josetxo Zaldua, subdirector de “La Jornada” habló sobre los vasos comunicantes entre “Egin” y el diario que ahora codirige. «Ambos nacen desde abajo, desde la voluntad férrea de un grupo de soñadores. Ambos han tenido que luchar con la delgada línea de la censura», declaró. Así, destacó de ellos el objetivo de dar voz a los que no la tienen y el compromiso de llenar un vacío. «En Euskal Herria no había un diario y “Egin” vino a llenar este vacío con muchísimas dificultades. Ver “Egin” cada día era un milagro y se convirtió en una necesidad. Y en esto se hermana con “La Jornada”», afirmó. Sabe de qué habla cuando se refiere al compromiso con este oficio. En lo que va de año 13 de sus colegas han sido ejecutados, dos de ellos corresponsales de “La Jornada”.

 

«¿Consiguió ‘Egin’ influir en la opinión pública? Diría que sí, sin ninguna duda»

TXEMA RAMIREZ DE LA PISCINA

Profesor de la UPV-EHU

Fue trabajador de “Egin” durante la década de los 80 y ayer disertó sobre la influencia de Egin en la opinión pública. «¿Consiguió ‘Egin’ influir en la agenda? Diría que sí, sin ninguna duda. Se percibían claramente las dos corrientes abertzales y la agenda cambió porque la propia sociedad estaba cambiando, con nuevos sujetos políticos», relató, añadiendo la siguiente reflexión: «en los quioscos algunos siguieron aferrados al régimen y eran predominantes. Hoy en día lo siguen siendo». Ante ello, junto a algunos de los asistentes, apuntó la necesidad de reflexionar sobre el porvenir del periodismo y lanzó algunas pistas sobre las que trabajar: la relación con el poder –o los diferentes poderes– y el valor de la comunidad. Parafraseando al periodista Pascual Serrano indicó que el reto de los medios de izquierda es «pasar de ser alternativos a ser referenciales».

 

«Creamos complicidad con la gente. Ahora otros proyectos tienen que tirar adelante»

JAVIER SALUTREGI

Exdirector de “Egin”

«Era perfectamente revolucionario, tal como dijo un embajador», así comenzó Javier Salutregi, el último director de “Egin”, el relato de su experiencia. También confesó, de entrada, que «me dijeron que fui nombrado director por aclamación, lo que no sabía es que acabaría en encarcelación». Dicho esto, recuerda con cariño sus inicios: «fui feliz mientras estuve trabajando en el periódico. Tuve una juventud rica profesionalmente. Fue una suerte trabajar en ese medio, nunca me he sentido políticamente dirigido por nadie. Lo que sí he sentido es trabajar en un medio el cual se enfrentaba a un espacio informativo hostil herencia del franquismo. Aquí nunca ha habido un espacio informativo nacional», reflexionó. Recordó que la suya como director fue una fase de cambios, con momentos duros porque desde el inicio se hablaba de cierre y la judicialización era continua.