NAIZ
BAGDAD

El Tribunal Supremo iraquí suspende el referéndum de independencia kurdo

El Tribunal Federal Supremo de Irak ha ordenado hoy que se suspenda la celebración del referéndum de independencia en la región autónoma del Kurdistán iraquí, prevista para el próximo 25 de septiembre, ha informado un comunicado judicial.

Kurdos residentes en Beirut se movilizan a favor del referéndum de independencia. (Anwar AMRO/AFP PHOTO)
Kurdos residentes en Beirut se movilizan a favor del referéndum de independencia. (Anwar AMRO/AFP PHOTO)

Según la fuente, el Tribunal ha tomado esta decisión tras considerar que la consulta, convocada por el presidente kurdo, Masud Barzani, y refrendada por el Parlamento de Kurdistán Sur, es contraria a la Constitución iraquí.

El dictamen del Supremo, emitido a petición de dos diputados turcomanos y recogido por medios locales, se suma a una moción aprobada la semana pasada por el Parlamento de Bagdad en la que se tachaba de «inconstitucional» la consulta y se daba vía libre al primer ministro, Haider al Abadi, para adoptar todas las medidas que considerara oportunas.

Los dirigentes kurdos, con el presidente Masud Barzani a la cabeza, rechazaron formalmente el domingo la propuesta de Estados Unidos, Gran Bretaña y la ONU de aplazar el referéndum de independencia. Según la comunidad internacional, la votación carece de las garantías necesarias.

La creación de un estado propio es una de las reivindicaciones históricas de los kurdos al menos desde finales de la Primera Guerra Mundial, cuando la división de Oriente Próximo por parte de las potencias coloniales dejó a esta comunidad repartida por cuatro países distintos.

Países vecinos como Turquía, Irán y Siria temen un contagio de las aspiraciones independentistas, como han dejado claro en las últimas semanas sus respectivos líderes, que han cargado contra la legalidad del referéndum previsto para el 25 de septiembre.

Barzani, sin embargo, insistió el viernes en su voluntad de seguir adelante con esta iniciativa a pesar de la moción aprobada por el Palamento iraquí. «Sus decisiones no afectan al Kurdistán. Ni siquiera nos preocupan», dijo el mandatario, quien se niega a acatar órdenes de órganos que, en su opinión, sólo sirven a la mayoría política que conforman chiíes y suníes.