El pleno de la Cámara de Gasteiz se ha posicionado a favor del referéndum de Catalunya a través de una moción de EH Bildu que ha sido apoyada por el PNV. La mayoría que suman ambas formaciones en el Parlamento ha permitido la aprobación del texto, pese a la abstención de Elkarrekin Podemos y el voto en contra de PSE y PP.
La moción llama a la ciudadanía y a las instituciones vascas a mantener una «actitud proactiva y de respeto» en relación con el referéndum convocado en Catalunya.
Además, a través del texto, el Parlamento muestra su «apoyo y respeto» al referéndum, dado que «la voluntad de la ciudadanía libremente expresada constituye el instrumento más eficaz para la construcción del futuro de cualquier país o colectivo».
La Cámara también expresa su «rechazo» a «cualquier medida en contra del referéndum y en contra de la democracia que pueda adoptar el Gobierno español u otra instancia».
«¡A por ellos!»
La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha subrayado que la situación que se está viviendo en Catalunya «es muy grave porque así lo ha querido el PP».
Iriarte ha recordado que los guardias civiles y policías que están siendo enviados a Catalunya desde otros lugares del Estado español para impedir el referéndum son despedidos a gritos de «¡A por ellos!».
La parlamentaria soberanista ha defendido que el referéndum es «legal y legítimo», y ha denunciado que, con sus medidas para impedirlo, el Estado español «ha vulnerado la libertad de reunión, asociación y expresión».
Por ese motivo, ha acusado al Ejecutivo español de haber dado «un auténtico golpe de Estado de facto», y ha afirmado que en este asunto ya no solo está en juego la independencia de Catalunya, sino la propia democracia. «O se está con la democracia o contra la democracia», ha asegurado.
«Humillación colectiva»
Por parte del PNV, Joseba Egibar ha preguntado al PP que explique dónde ve el «riesgo» de que los catalanes vayan el domingo a votar «con las papeletas en la mano». Además, ha acusado al Gobierno de Mariano Rajoy de haber respondido a las demandas soberanistas de Catalunya «con la prohibición, el maltrato y la humillación colectiva».
No obstante, ha advertido de que «las emociones y los sentimientos de pertenencia no se pueden extirpar ni imponer», por lo que ha rechazado que el Gobierno español recurra a la fuerza para hacer frente a quienes no coinciden con sus posiciones en esta materia.
Además, ha criticado el «cinismo» del PP por asegurar que el referéndum «no tiene garantías», cuando es el propio Gobierno español el que está impidiendo su celebración normalizada mediante «detenciones, inhabilitaciones e intentos de incautar las urnas».
El portavoz de Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, ha coincidido en la idea de que lo que está en juego «no es la independencia», sino «la defensa de los derechos y libertades». «Los problemas se resuelven con más democracia, y no con menos derechos», ha manifestado. A su juicio, la solución se debe basar en articular el derecho a decidir de forma «legal, pactada y bilateral».
Represión
Martínez ha acusado al Partido Popular de «reprimir los derechos fundamentales». Asimismo, ha lamentado que, tanto el PP como el PSOE, no han dado «respuesta alguna» a siete años de movilizaciones soberanistas en Catalunya, y ha denunciado que desde el partido en el Gobierno español se han dedicado a «azuzar» el conflicto de manera «absolutamente irresponsable».
Por parte del PSE, José Antonio Pastor ha advertido de que el referéndum de Catalunya pueda generar un «limbo jurídico» que puede poner en «peligro» los derechos de los ciudadanos de ese territorio. De todas formas, y en referencia al PP, ha criticado la actitud de quienes, «desde la mayoría absoluta», han «eliminado todos los cauces de entendimiento entre diferentes».
El portavoz parlamentario del PP Borja Sémper ha defendido las medidas adoptadas por el Gobierno español en contra del referéndum, dado que «no debe hacer dejación de sus funciones». «Algunos confunden la prevención de un delito con la vulneración de un derecho», ha manifestado.
Además, ha emplazado al PNV a «no dar alas ni abrir la puerta a que Euskadi se contagie» de la situación de Catalunya, sobre la que ha asegurado que «no es nada edificante».