Dos días quedan y nadie sabe en qué se concretará el escenario del domingo, extremadamente abierto todavía. Pese al titular rápidamente divulgado, la Guardia Civil no requisó ayer urnas en Igualada (Barcelona). Incautó papeletas y sobres, pero las urnas eran del Barça y de otras empresas. Las del 1-O siguen escondidas en algún lugar, por lo que el referéndum llega al fin de semana vivo. Eso sí, algo maltrecho, dada la ausencia sobre todo de autoridad electoral pública. El Govern ha citado esta mañana a la prensa para dar detalles. Veremos hasta dónde.
Que las urnas lleguen sanas al domingo, sin embargo, no quiere decir que el domingo puedan ser instaladas con normalidad. Impedirlo parece ser la obsesión de los aparatos del Estado, que han dejado a un lado las operaciones contra dirigentes para centrarse en que los colegios no abran. Para ello cuentan con 10.000 guardias civiles y policías españoles, según se supo ayer. No está tan claro, sin embargo, que cuenten con los 17.000 mossos d’esquadra.
Ambas partes se vieron las caras ayer en la Junta de Seguridad convocada la víspera por el president, Carles Puigdemont. Al órgano coordinador de las fuerzas de seguridad con presencia en Catalunya rechazaron acudir los mandos de la Guardia Civil y la Policía española, pero sí estuvo el número dos del Ministerio de Interior, José Antonio Nieto, a quien la parte catalana dejó claro que los Mossos d’Esquadra no actuarán si los colegios electorales están llenos de gente. «Hay un bien superior a cumplir la ley, la seguridad ciudadana», explicó al acabar el encuentro el conseller de Interior, Joaquim Forn. La instrucción es clara, pero está por ver si todos los mossos la cumplen.
Por su parte, Nieto dejó igualmente claro que podrá haber «fiestas y picnics» pasado mañana, pero que el Estado no tiene ninguna intención de permitir que el domingo se abran los colegios electorales. «Si se cumple la orden judicial no tiene por qué haber violencia», fueron sus palabras al acabar la reunión. Es más fácil leerlo al revés: si no se cumple la orden judicial habrá violencia. Puede ser verdad o un paso más en la estrategia del miedo, pero la posibilidad está encima de las mesa. También habrá que seguir de cerca si las FSE empiezan hoy mismo a tomar el control de algunos colegios –así lo requería la Fiscalía, ahora apartada–.
Instrucciones de la Assemblea
Se entiende que Nieto se refería a la violencia policial, porque al menos por pare de la Assemblea Nacional Catalana no vendrá. Ayer se filtraron las primeras instrucciones que la entidad ha trasladado a sus socios sobre cómo actuar el 1-O, siempre bajo el parámetro de la no violencia y el no caer en provocaciones.
De aquí a domingo pueden cambiar las circunstancias y las instrucciones, pero ayer el planteamiento de la ANC era crear largas colas a las puertas de los colegios electorales desde las 7.00 –aunque ya corrían convocatorias para concentrarse ante las sedes electorales hoy mismo–. «Es necesario dar la apariencia de máxima normalidad», se lee en el documento, en el que se recomienda que «haya responsables de tener las colas perfectamente hechas, buscando el máximo eco posible». «Hay que preparar a todos para una jornada larga. El mundo nos mirará», se añade.
Está previsto que a las 8.30 llegue la comitiva oficial con el material electoral y si a las 9.00 –hora de apertura de los colegios– no se ha podido entrar o instalar el centro electoral, «nos quedaremos en la puerta y mantendremos las colas como forma de protesta». «Cero violencia, máxima audacia. Si hay algún impedimento para entrar en los centros de votación, en ningún caso utilizaremos la violencia. Sí que utilizaremos la resistencia pacífica, sí que utilizaremos la audacia para entrar en los centros de votación», se lee en un documento en el que se pide a los votantes «no llevar símbolos partidistas ni banderas». Se rechaza también instalar las urnas en plazas y vía pública. O el referéndum se hace en los centros de votación establecidos o no se hace.
Para ello será clave la movilización de la comunidad educativa –en su sentido más amplio–, que ayer mostró su apoyo al Govern entregando simbólicamente a Puigdemont las llaves de muchos centros escolares. También fue espectacular la manifestación estudiantil que recorrió por la mañana las calles de Barcelona. Paralelamente, el 1-O siguió recabando apoyos diversos, desde el primer presidente de Eslovenia, Milan Kucan, el sociólogo Manuel Castells y el divulgador científico Eduard Punset, hasta los bomberos y los agricultores, que hoy ocuparán las calles de Barcelona en tractor.
Los apuntes del día
Demasiada educación
El líder del PP, Xavier García Albiol, consideró ayer que «fue un error el traspaso de la educación a las comunidades autónomas». Una pista sobre lo que puede venir si la iniciativa del referéndum acaba saliendo mal.
Urnas bajo arresto
La Guardia Urbana de Tarragona requisó ayer las urnas del Ayuntamiento –las utilizadas en elecciones ordinarias– y las llevó a comisaría, donde estarán hasta pasado el 1-O. En Barcelona, la Policía Municipal también custodia el material electoral.