Mariano Rajoy ha respondido por escrito a Carles Puigdemont y, en su carta, le avisa que «aún tiene margen para contestar de forma clara y sencilla» al requerimiento del Ejecutivo español y le advierte de que, en caso contrario, él será «el único responsable de la aplicación de la Constitución», en referencia al artículo 155.

Rajoy defiende que aplicar el artículo 155 de la Constitución «en contra de lo que usted afirma, no implica la suspensión del autogobierno, sino la restauración de la legalidad de la autonomía», y que son las actuaciones de la Generalitat las que «han derogado el Estatut».

Según el presidente español, el requerimiento es una «oportunidad» para «reconducir el grave deterioro de la convivencia que se vive en Cataluña, para que la Generalitat vuelva a la ley y, a partir de ahí, se recupere la normalidad institucional entre administraciones».

«No puedo aceptar en modo alguno la existencia de eso que usted denomina ‘conflicto histórico entre el Estado español y Cataluña’. Nunca en toda su historia los ciudadanos de Cataluña han gozado de más libertades, de más autonomía política y financiera que durante esta etapa democrática», sostiene Rajoy, quien señala que no son «creíbles» los llamamientos de Puigdemont al diálogo, «cuando usted se niega a hablar con una parte importante de dicha sociedad a través de sus legítimos representantes que, siendo, como usted dice, menos en número de escaños, representa, como usted oculta, a un mayor número de ciudadanos en votos».

«Sigue estando en su mano abrir un nuevo periodo de normalidad y lealtad institucional que todo el mundo le está reclamando», insiste.

«Sí o no» antes del jueves a las 10.00

La carta de Rajoy ha sido desvelada por la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, quien en una comparecencia en Moncloa se ha pronunciado en similares términos y ha dicho que el Gobierno «espera que en las horas que quedan para el segundo plazo del requerimiento Puigdemont responda con la claridad que todos los ciudadanos le exigen y el Estado de Derecho requiere». De esta manera, ha insistido en que el president catalán «tiene en su mano resolver la situación», contestando «sí o no» antes de las 10.00 del jueves.

Sáenz de Santamaría ha opinado que «prolongar la incertidumbre y la confusión deliberada solo favorece a quien pretende liquidar la concordia cívica e imponer un proyecto radical y empobrecedor», algo que a su juicio responde «a la estrategia de sus apoyos más radicales para tensar la situación al límite».

Ha advertido a Puigdemont de que su llamamiento al diálogo «no resulta creíble cuando se niega a debatir con la oposición en el Parlament» y está haciendo «política de hechos consumados» e «imponiendo sus posiciones al conjunto de la ciudadanía».

Le ha invitado a «ratificar sus planteamientos donde se debaten los grandes temas de país, en el Congreso», y le ha insistido en que tiene «la oportunidad de rectificar, ser claro y volver a la legalidad».

«Nadie le niega el diálogo» a Puigdemont, ha asegurado, pero debe hacerse «dentro de la ley, con la máxima claridad y en el Congreso de los Diputados».

Antes de la vicepresidenta, los ministros de Justicia y de Exteriores ya habían indicado que la carta del president de la Generalitat no era «válida» para el Gobierno español.