El Gobierno de Lakua y los partidos «que lo sustentan», PNV y PSE, tuvieron ayer «la deferencia» –según expresión del consejero– de presentar directamente a los grupos de la oposición los grandes números del proyecto de presupuestos de la CAV para 2018, cuyo contenido detallado no ha sido remitido todavía al Parlamento. Este primer encuentro ha solido ser hasta la fecha un trámite discreto que se producía sin comunicación pública durante el transcurso de un pleno.

Finalizada la ronda –en la que responsables del Departamento de Hacienda, la parlamentaria del PNV Josune Gorospe y las del PSE Susana Corcuera y Alexia Castelo se reunieron durante casi una hora con cada partido de la oposición– el consejero Pedro Azpiazu ofreció una rueda de prensa cuyo único objetivo fue insistir en que durante la negociación de las cuentas se piense en «los intereses de Euskadi», puesto que «flaco favor haríamos si como responsables políticos tomáramos las medidas mirando hacia otro lado».

En una intervención ante los medios de 3,05 minutos antes de que empezaran las preguntas de los periodistas, Pedro Azpiazu apeló hasta siete veces, (seis en castellano y una en euskara) y con distintas variantes a que la negociación de las cuentas públicas se haga con «responsabilidad, la de verdad», pensando en «lo que interese a Euskadi». Esto evidencia el temor que el Ejecutivo de Lakua tiene a que la aplicación del 155, que arrasa con la autonomía de Catalunya y que apoya el PSE uno de los socios del Ejecutivo, puede tener en esta negociación.

Según el propio consejero, ninguno de los grupos de la oposición, ha puesto la cuestión de Catalunya como condición, «al menos de forma que excluya la negociación». Pero el temor gubernamental es evidente.

Por un lado, EH Bildu y Elkarrekin Podemos han denunciado que un partido que apoya el 155 forme parte del Ejecutivo autonómico. Por otro lado, la respuesta del Estado a Catalunya ha provocado que el propio PNV ni siquiera negocie los PGE con Mariano Rajoy. Aunque no lo explicite directamente, esto podría provocar que el PP de la CAV se retraiga de repetir el apoyo de este año a las cuentas.

Cuando el lunes el proyecto de presupuesto entre en el Parlamento, comenzará un periodo hasta finales de noviembre para la negociación y la presentación de enmiendas.