Joseba VIVANCO

Un partido para estar a la altura

Ziganda emplaza a sus jugadores a dar la cara ante un líder sin Iniesta, e insiste en que «hay mucho tiempo» para enderezar el rumbo.

«Yo estoy deseando que llegue el partido con el Barça», concluyó Kuko Ziganda nada tras tragar saliva en Formentera. Pues ya está aquí. Partido con mayúsculas en San Mamés, de esos que tal y como está el tensiómetro del equipo o te resucita o te termina de sepultar, e incluso peor y más engañoso aún, la duda de que visto lo visto este Athletic es capaz de ganar al líder culé y que nada cambie. Porque las sensaciones no son buenas y ni siquiera el propio entrenador sabe descifrar porqué su equipo da la cara ante los rivales más duros y hace el ridículo ante los teóricos más débiles. Y claro, es de suponer que hoy toca lo primero. Sobre todo porque como en un derbi, las estadísticas, rachas y clasificaciones quedan a un lado desde el pitido inicial, a expensas de un conjunto bilbaino sabedor de que estas grandes noches suelen dar lo mejor de sí mismo y un rival conocedor de que si apuntilla pronto tendrá casi todo ganado.

Ziganda respondió ayer que a priori lo que desea es «un partidazo y ganar», que por pedir no quede, pero, en un tono más terrenal, añadió, «tenemos que intentar estar a la altura del partido que es y del reclamo que tiene». Contestación con mucho de aviso a navegantes, a sus jugadores, que no pueden permitirse repetir las imágenes, difícilmente borrables, de la retina de los aficionados. El técnico navarro sí, pero también los futbolistas, se juegan mucho, mucho más que tres puntos. Ganar o al menos elegir cómo perder.

«Es una nueva oportunidad de redimirnos y encontrar una seña por donde seguir, tras tres partidos bastante flojos», insistió en ese mensaje Ziganda, que volvió a reiterar que «entiendo» la decepción en el entorno, «pero también que todavía hay mucho tiempo por delante. Aún no se ve a lo que aspiramos, pero hay tiempo para que la cosa cambie». Incluso asume que se le compare con su predecesor Ernesto Valverde, algo que «no me molesta», aceptando que «ahora no estamos mejorando» lo que el ahora técnico azulgrana hizo en el Athletic: «Toca aceptarlo, pero no me resigno».

Cara a cara un Athletic que es el segundo equipo de la Liga hasta la pasada jornada que más balones en largo juega –con Laporte de destacado abanderado–, tras el Eibar, y un Barcelona –que viene sin Iniesta–que pasa por ser el que más pases en corto contabiliza. Ziganda dijo que es «un reto muy complicado» y que los suyos tendrán que proponer un partido «duro, intenso, metidos hasta el final, para llevarlo a nuestro terreno». Si saldrá con una presión alta o esperará, lo veremos, aunque quién sabe si podríamos esperar un plan similar al propuesto ante el Sevilla, que llevó la manija pero no los tres puntos. Lo único fijo, que Kepa será titular. Como Ziganda, todos deseando de que llegue el partido.

 

«Txingurri» pide «tiempo» para Ziganda y sus jugadores

«No es nuevo que el comienzo les cueste, porque tienen que asumir tres competiciones, es un requipo que conforme la competición va avanzando se va superando y siempre termina bien», se mostró diplomático ayer Ernesto Valverde, quien aprovechó para pedir «tiempo» para que calen las ideas de su amigo y sucesor en el cargo. Curioso pero “Txingurri” siempre ha perdido de visitante en San Mamés, algo que no le preocupa porque a la vez el Barcelona viene sacando buenos resultados en el estadio bilbaino. «Es un partido especial, me unen muchas cosas al Athletic, pero es un partido de fútbol, lo emotivo hay que dejarlo a un lado», añadió. Sabe que a priori no es un partido fácil para los blaugranas. «Cuando estaba allí, me motivaba mucho enfrentarme al Barcelona, era un clásico de la Liga, un partido que todo el mundo quería jugar. Ahora, estoy en el otro lado, y sé que tenemos que empujar lo mismo que empujan ellos». Valverde reconoce que «el Athletic es un equipo muy fuerte en San Mamés. No solo ahora, desde hace muchos años. Le mete mucha intensidad al juego, el público empuja mucho, y sabemos que no se entregan. Es un rival que siempre trata de llegar a la portería rival, tienen un gran espíritu, con los jugadores muy unidos e identificados con el club». Seguro que el gasteiztarra será calurosamente recibido por la grada bilbaina.J.V.