Arnaitz GORRITI

GBC reacciona tarde y ve cómo Bilbao Basket se lleva el triunfo

Los donostiarras pagaron su desacierto y mal segundo cuarto y no consiguieron remontar ni aun anotando 59 tantos tras el descanso.

GIPUZKOA BASKET 87

RETABET B. BASKET 91

 

Entre amigos, en familia y bien avenidos, –es lo que tiene que se junte poca gente, entre la coincidencia horaria con el partido de la Real Sociedad y la habitual pereza que levanta el coso de Illunbe, aunque desde Bilbo asomó una «marea negra» de unos 300 aficionados y se llegaran a los 2.355 valientes–, Gipuzkoa Basket y RETAbet Bilbao Basket retomaban su derbi tras dos años de vacío, concretamente un 25 de octubre de 2015, con un marcador de 63-75.

Dos años y cuatro días después, la historia se repetía, con triunfo bilbaino, una victoria que llegó tras dominio bilbaino, pero que debió sudar ante los arreones locales.

Los problemas físicos de Norel a lo largo de la semana relegaban al holandés al banquillo de inicio, de modo que Porfi Fisac apostó por un juego interior formado por Agbelese y Clark, Un inicio desacertado, con más errores que faltas e igualdad, hasta que cinco puntos de Mumbrú y una suspensión de Vucetic desperezaron un poco a los hombres de negro, para irse 11-16 al final del primer cuarto, ante un GBC que olvidaba el acierto –4 de 19 en tiros de campo en el primer cuarto–. Salvo Chery, nadie encestaba con continuidad. Por contra, diez puntos seguidos de Redivo disparaban a los de Carles Durán, que se escapaban al inicio del segundo cuarto, al tiempo que Fischer elevaba la renta visitante a una máxima de 12 puntos: 15-27.

Javi Salgado retornó al parqué de Illunbe en ese momento y la renta bilbaina no hizo sino crecer hasta una máxima de 19 tantos: 21-40. En estas, Jordan Swing se erigió en el «reanimador» local, replicado por un Todorovic más entonado tras su paso por el banquillo. En tiempo de descanso, un 28-43 tras un triple para los locales de Pardina en los instantes finales.

Un final de infarto

No parecía entonces que los donostiarras pudieran llegar a discutir el derbi a Bilbao Basket. Eso sí, la actitud defensiva de GBC aumentó notablemente al regreso de los vestuarios. Sin embargo, los hombres de negro aguantaban el tirón sin mayor problema, pese a sufrir algún que otro problema de faltas. El desacierto donostiarra ayudaba a que los bilbainos mantuvieran su renta, con una anotación repartida en la que destacó Todorovic con un par de mates.

En todo caso, los donostiarras no iban a rendirse, y entre el bonus de faltas rival y un Chery hiperactivo, Gipuzkoa Basket asomó al partido al arrimarse 55-63. No obstante, los hombres de negro reaccionaron con un parcial de 0-7, un parcial tras el que acabó expulsado por doble técnica Porfi Fisac, lo que despertó las iras del público. Y esas iras dieron aire a los locales, que se volvieron a meter en la pelea tras encadenar un parcial de 8-1. Con 63-71, Durán llamó a capítulo a los suyos y le dio el balón a Mumbrú para arreglar el desaguisado. GBC cayó pese a anotar 59 puntos en la segunda mitad. Swing anotaba un triple para el 71-76, pero Todorovic replicó desde la larga distancia. Norel, a golpe de tiros libres, Van Lacke, más un triple de Clark hicieron que GBC e arrimara hasta el 87-89, pese a las eliminaciones de Swing y Chery. La garra reboteadora de Tomàs, la mano de Mumbrú y Todorovic y dos tiros de Tabu sentenciaron un choque que empezó cual amistoso y acabó como un derbi.

 

La «dureza mental» bilbaina se impone a un GBC «sin continuidad»

Tanto Durán como Fisac coincidieron que los hombres de negro habían llevado el peso del derbi. El preparador bilbaino se alegró por la «dureza mental» de los suyos en los minutos en los que Gipuzkoa Basket más achuchó. El entrenador de GBC, por su parte, lamentó su «falta de continuidad».

«El equipo ha hecho un gran esafuerzo mental, en especial al final. Hemos estado serios desde el inicio y sobre todo hemos jugado un muy bien en el segundo período, defendiendo y pasándonos el balón», se alegró Durán.

«Pero hemos empezado a jugar con el marcador y nos hemos parado. Ellos también han cambiado el chip y han sido tan agresivos, que nos han cambiado el ritmo de partido y se han ido metiendo. Al final, nos hemos llevado una buena victoria en un sitio difícil», culminó.

«Hemos estado remando a contracorriente todo el rato. Lo hemos intentado con ilusión, pero nos ha faltado continuidad y hemos tomado malas decisiones, incluyendo el banquillo. Siempre por detrás y sin poder engancharnos», lamentaba Fisac. A.G.