«Tanto ella como todo el Gobierno al completo va a continuar trabajando de manera incansable como el primer día por el interés general de Navarra, a pesar de sus descalificaciones», ha agregado.

De esta forma ha contestado al parlamentario de UPN Sergio Sayas, quien le ha preguntado si cree que la consejera de Interior «está autorizada para seguir al frente de sus responsabilidades tras haber roto cualquier canal de diálogo y tener en su haber una amplia colección de fracasos políticos».

Sayas le ha preguntado si considera que persona que «ha dinamitado el diálogo» con los sindicatos, ha fracasado a la hora defender el proyecto «más ambicioso» del Gobierno, la Ley de Policías, y que no tiene el apoyo de los policías forales puede seguir al frente del departamento.

El regionalista ha dicho no entender que una persona «con ese nivel de fracasos» pueda seguir contando con la confianza de la presidenta, por lo que ha concluido que Barkos es «la responsable de los fracasos de ese departamento».

Ese respaldo, según Sayas, se puede deber al «orgullo personal» de la presidenta o al hecho de que «Beaumont es la hipoteca que tiene que pagar a EH Bildu» y «a lo mejor no tiene la posibilidad de cesarla», ha agregado.

Barkos ha dicho no comprender la pregunta, ya que fue registrada después de que en el Debate del Estado de Nafarroa ya expresara su «explícito y convencido apoyo» al trabajo de su Gobierno, también al departamento de Interior en lo que Sayas ha descrito como un «fracaso», la devolución del proyecto de Ley de Policías, que, a su juicio, no es un fracaso, sino una derrota.

Ha negado que haya miedo a los ceses y ha rechazado paralelismo entre la empresa privada y el Gobierno, para firmar que esto es un Gobierno que emana del Parlamento, de las elecciones, esto «se llama democracia pura y dura».

Barkos ha respondido a los «fracasos» aludidos por el parlamentario regionalista con las actuaciones realizadas en diversos ámbitos por Interior y señalando que, en su opinión, un fracaso político es realizar «una labor de oposición destructiva».