Así se ha puesto de manifiesto en el acto de entrega del Premio, promovido conjuntamente por el Gobierno navarro y Laboral Kutxa, que ha recogido en el Salón del Trono del Palacio de Nafarroa la guatemalteca de origen maya María Canil Grave, delegada de LVC en Centroamérica, quien ha agradecido el «honor» que ha supuesto el galardón.
Canil, que vestida con ropas indígenas ha saludado en lengua K'iche, ha valorado especialmente el reconocimiento del premio en lo que al trabajo de las mujeres se refiere y el respaldo que supone al concepto campesino de trabajo sostenible de la tierra alejado de la especulación en el que se asienta el movimiento LVC.
En presencia, además de la presidenta Barkos y de varios miembros de su gobierno, de la presidenta del Parlamento, Ainhoa Aznarez, y de la delegada del Gobierno español en Nafarroa, Carmen Alba, así como de los portavoces parlamentarios de diferentes grupos, al acto han acudido representantes de diferentes colectivos sociales y de organizaciones solidarias del herrialde.
El galardón, dotado con 15.000 euros, se entrega anualmente para reconocer la tarea llevada a cabo por instituciones, ONG y personas físicas que hayan destacado por su trayectoria en cualquiera de los ámbitos de la Cooperación Internacional al Desarrollo.