Carlos Vela, el delantero de Cancún de 28 años, dirá mañana adiós en Anoeta a la Real y también a su periplo por el fútbol europeo para recalar en quince días en Los Ángeles FC de la MLS de Estados Unidos, más cerca de su México natal y de los suyos, aunque a los que considera como suyos hay que sumar ahora a su pareja y a su hijo, naturales ambos de Euskal Herria.

Han sido doce años en Europa, la mitad de ellos en la Real, desde que el Arsenal le echó el ojo en el Mundial sub’17 de 2005 que jugó con México. Antes de fichar por el club vasco en 2012, donde ya jugó como cedido la temporada anterior, el equipo londinense le cedió al Salamanca, Celta, Osasuna y West Bromwich Albion.

A pesar de su relativa juventud, la mayor parte de jugadores de las ligas europeas no dan el salto a la MLS hasta superar la treintena, Vela reconoce que «llevaba tiempo pensando en el final, probar una aventura nueva, estar más cerca de mi familia que así puede verme más fácilmente. Estados Unidos es un lugar que siempre me ha llamado la atención por cómo viven y dejan vivir. Sabía que tarde o temprano iba a probar e iba a ir, a vivir y a trabajar. Ahora, ha llegado el momento indicado porque se trata de la ciudad adecuada –Los Ángeles– y el proyecto que estaba buscando», explicó ayer en la página web del club.

«Siento mucho por dentro»

Mañana contra el Sevilla será su última aparición con la Real y espera «un día complicado, porque decir adiós a algo que te deja marcado siempre lo es», confiesa. «Es verdad que no suelo expresar mis sentimientos, pero por dentro siento mucho. Son muchos años aquí, conviviendo con los mismos, amistades, haber vivido buenos momentos con el equipo. Aunque lo que me llevo de verdad es lo que viene después del fútbol, lo que ha pasado en mi vida durante estos años que, por más frío o duro que sea, siempre te toca».

En este sentido, recuerda que «el otro día hablé con Jokin (Aperribay) de ello y es que, tal y como iba mi carrera, me imaginaba uno o dos años aquí como mucho, acostumbrado a estar un año en cada sitio, exprimirlo al máximo y cambiar de vida. Pero llegué aquí, la gente me recibió de forma increíble, me sentí cómodo y, por primera vez, me dije por qué cambiar si estoy tan bien. Empecé a ver y sentir cosas que no había sentido antes; amigos, una novia, un hijo… La decisión de quedarme en San Sebastián fue la mejor que he tomado», añade.

Para Vela han sido éstos «los mejores años» de su vida «en un ciudad bonita en la que me divertí, disfruté, comí increíble y donde empecé mi vida familiar, porque me llevo una novia y un hijo vascos. Han sido los mejores años de mi vida».

En el plano deportivo, mantiene que llegó «a un equipo que quería salvarse y me voy de uno con el que si no entras en Europa es un fracaso. Me voy con la tranquilidad de dejar arriba al equipo, con un gran futuro para jugar por cosas bonitas y la satisfacción de poder decir que formé parte de todo esto».

El Sevilla gana más en la última década

El rival de mañana, el Sevilla, solo ganó siete de los 58 partidos de Liga que disputó en el campo de la Real, si bien más de la mitad de esos triunfos, cuatro, se acumulan en la última década.

En el primer partido de este año, el 7 de enero, el equipo entrenado por Sampaoli goleó (0-4) en un encuentro en el que el delantero francés Ben Yedder marcó tres. Los otros tres triunfos sevillistas referidos llegaron de forma consecutiva entre 2006 y 2011, con el paréntesis de la estancia en Segunda de la Real, que se inclinó en la temporada de su regreso por 2-3, en un partido en el que Rivas y Joseba Llorente marcaron los goles locales y Kanouté, dos, y Luis Fabiano, los visitantes. Justo antes del descenso, los realistas perdieron en otras dos ocasiones: 1-2 en la temporada 2005/06 con Juande Ramos como técnico; y 1-3, en la siguiente. Hasta aquel partido, el número 50 en Donostia, el Sevilla solo había conseguido vencer tres veces desde la campaña 34/35.GARA