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BILBO

Erkoreka afirma que Bilbo es una ciudad segura y habla de hechos excepcionales

El portavoz del Gobierno autonómico afirmó ayer en que Bilbo es una ciudad segura e insistió en que no hay «motivo de alarma». Con estas palabras Josu Erkoreka quiso zanjar el debate suscitado tras la muerte de Ibon Urrengoetxea, el pasado 23 de diciembre tras ser atacado por dos individuos que aparentemente le robaron la cartera, y la agresión a dos jóvenes un día antes en el Metro.

El portavoz del Gobierno autonómico afirmó ayer en que Bilbo es una ciudad segura e insistió en que no hay «motivo de alarma». Con estas palabras Josu Erkoreka quiso zanjar el debate suscitado tras la muerte de Ibon Urrengoetxea, el pasado 23 de diciembre tras ser atacado por dos individuos que aparentemente le robaron la cartera, y la agresión a dos jóvenes un día antes en el Metro. El martes, tras el Consejo de Gobierno, Erkoreka habló de posibles planes especiales en ciertos puntos de la geografía de la CAV.

En una entrevista concedida a Onda Cero y recogida por Europa Press, Erkoreka señaló ayer que se trata de «hechos excepcionales que han supuesto un shock para todos». «Pero no vamos a convertir la excepción en regla y no vamos a precipitarnos en lanzar temores y sospechas en relación a algo que no es la experiencia cotidiana en Bilbao», añadió antes de manifestar que la Ertzaintza perseguirá estos delitos «hasta el final».

Dos detenidos

Precisamente ayer la Ertzaintza informó de la detención en Barakaldo de dos hombres de 19 y 20 años implicados presuntamente en la agresión del Metro, ocurrida en la parada de Abando. Como consecuencia del ataque, una de las víctimas, un chico de 23 años, perdió la vista de un ojo. Además sufrió diversos cortes en el cuero cabelludo y la fractura del tabique nasal. Otro joven fue atendido por un hematoma en el ojo izquierdo y la perdida de una pieza dental.

Los hechos comenzaron sobre las 7.00, en la calle Arbolantxa, donde dos individuos intentaron robar el móvil a una de las víctimas, produciéndose una altercado sin consecuencia. Los jóvenes abandonaron el lugar en dirección a la estación de Abando, perseguidos por un grupo de personas que les lanzaron vasos y botellas de cristal. Consiguieron entrar en la estación de metro por la calle Berastegi, pero sus agresores les dieron alcance en el primero tramo de las escaleras mecánicas, donde se produjo la brutal paliza. En la misma participaron otras personas a las que la Ertzaintza trata de localizar.