El Gobierno francés ha aceptado discutir la inclusión en la programada reforma de la Constitución de cuestiones para la autonomía de Corsica, cuyas instituciones están gobernadas por los nacionalistas, que obtuvieron mayoría absoluta en las elecciones regionales del pasado diciembre.

Esa fue la conclusión destacada por el presidente del Consejo Ejecutivo de Corsica, el autonomista Gilles Simeoni, y por el presidente de la Asamblea, el independentista Jean-Guy Talamoni, al término del encuentro mantenido en Ajaccio con Jacqueline Gourault, representante del Ejecutivo en las negociaciones con los representantes corsos. Gourault se mostró evasiva ante los medios y no quiso entrar en materia. Se limitó a destacar las «discusiones muy interesantes» con los líderes corsos.

Pero Simeoni y Talamoni se declararon satisfechos de este primer contacto con la representante del presidente, Emmanuel Macron, tras asumir los cargos el pasado martes. «Se trabajará sobre la revisión constitucional y sobre la forma de tener en cuenta las demandas de Corsica en esta revisión constitucional», afirmó Talamoni.

«Por tanto –añadió–, estamos claramente en un desbloqueo de la cuestión constitucional, lo que no está mal y es un buen augurio», añadió el líder del movimiento independentista Corsica Libera y presidente de la Asamblea de Corsica. En la misma línea, Simeoni señaló que juntos habían establecido «la necesidad de enmarcar nuestro diálogo en la perspectiva de la revisión constitucional general que está prevista». «Hoy se ha levantado un bloqueo jurídico y político», añadió el líder del movimiento autonomista Femu a Corsica y presidente del Consejo Ejecutivo de la nueva Colectividad territorial única corsa, nacida el pasado 1 de enero.

La coalición nacionalista Pè a Corsica que lideran Simeoni y Talamoni logró un 56,5% de los votos en la segunda vuelta de los comicios regionales el pasado 10 de diciembre, lo que se ha traducido en 41 de los 63 escaños de la Asamblea regional.

Los representantes corsos plantean varias reivindicaciones con la vista puesta en la obtención de un estatuto de autonomía en el plazo de tres años para que pudiera aplicarse de forma plena en un horizonte de diez años.

El primer ministro francés, Edouard Philippe, hasta ahora se había mostrado muy reticente con las demandas de los corsos, e incluso el 12 de diciembre había hecho notar que tendrían que ser «conformes al marco constitucional».

«Si una Constitución no permite reconocer a un pueblo, es la Constitución la que tiene que cambiar y no el pueblo el que debe desaparecer», replicó Simeoni. Si se confirma lo revelado ayer por los representantes corsos, París habría optado por tener en cuenta la primera opción.

Ronda de contactos a la espera de la opinión del presidente

El primer ministro, Edouard Philippe, recibirá el próximo 22 de enero a Simeoni y Talamoni en París. También lo hará el presidente del Senado, Gerard Larcher, en fecha no determinada. El presidente, Emmanuel Macron, aún no se ha pronunciado sobre las demandas corsas. Simeoni espera que, al final de esta ronda, Macron dé «su visión de lo que deben ser las nuevas relaciones entre Corsica y la República». «Es quien fija el rumbo y, hoy, quien mejor conoce el dossier corso», añadió.GARA