Naciones Unidas denunció ayer que 667 personas, entre ellas 154 menores y 96 mujeres, han muerto y más de 2.000 han resultado heridas desde que el 18 de febrero comenzaran los ataques aéreos y terrestres en la región siria de Ghuta Oriental.

En un comunicado emitido tras conocer la imposibilidad de trasladar a la zona un convoy de ayuda de emergencia cuya llegada estaba prevista para ayer, la ONU denunció un repunte de la violencia en las últimas horas pese a la tregua pactada entre el Gobierno sirio y grupos armados, en lo que supone «un inaceptable castigo colectivo para la población civil».

«En vez de una muy necesitada suspensión de la violencia, seguimos viendo combates, más muerte y nuevos reportes de hambre y hospitales bombardeados. Este castigo colectivo a los civiles es simplemente inaceptable», remarcó el coordinador humanitario de la ONU para Siria, Panos Moumtzis.

Informó de que el convoy humanitario que se dirigía a Duma –donde unas 400.000 personas necesitan alimentos, medicinas y otros suministros– no pudo proseguir por falta de seguridad. El convoy, de unos 40 camiones, tenía previsto entregar ayuda a 180.000 personas. Solo un pequeño convoy con suministros para 7.200 personas ha sido autorizado a llegar a Ghuta en lo que va de este año, a mediados de febrero.

«La ONU y los socios humanitarios están listos para ayudar pero no pueden hacerlo solos. Ciertamente, no podemos hacer esto mientras la lucha continúa», lamentó.

Fuentes cercanas a grupos opositores a Damasco denunciaron en declaraciones a agencias internacionales que las fuerzas afines al Gobierno provocaron la huida en masa de los civiles asediados al proseguir con sus avances durante las últimas horas, según Reuters.

Por contra, el Gobierno ruso acusó a los grupos armados atrincherados en la ciudad de «imponer un toque de queda» a los ciudadanos durante las pausas humanitarias, de acuerdo con el portavoz del Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, Vladimir Zolotujin.

«De acuerdo con la información recibida por el Centro para Reconciliación de las partes del conflicto (...), los miembros de formaciones armadas ilegales impusieron en el territorio de Ghuta Oriental un toque de queda durante pausas humanitarias. A los civiles que violan las reglas establecidas por los radicales, se les castigan públicamente», afirmó.

Avance gubernamental

Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, las tropas de Al-Assad y sus aliados controlan ya más de una cuarta parte de la superficie de la región de Ghuta Oriental. Unidades militares tomaron la población de Beit Nayem y las granjas de Al Shaari, así como las localidades de Al Nashabiya, Hazarna, Hush al Dawahira, Hush al Zariqia, Al Shifunía, Hush al Janem y otras granjas. Les faltaba avanzar unos seis kilómetros hasta tener acceso a la administración de vehículos situada en la sección occidental de Ghuta Oriental, cerca de la ciudad de Harasta.

Si las fuerzas sirias consiguen superar esta distancia, lograrán cortar en dos secciones Ghuta Oriental, una en la que estaría Duma –la mayor ciudad de Guta–, Harasta y las granjas de Reihan, y en la otra sección habría poblaciones controladas por la facción islamista Legión de la Misericordia y otras áreas por el grupo Ejército del Islam.

Macron y Rohani discuten sobre Yemen y Siria

El presidente iraní, Hasan Rohani, respondió ayer a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que aquellos países que suministran armas a Arabia Saudí y a la coalición árabe que opera en Yemen «deben rendir cuentas». En una conversación telefónica, Rohani denunció que en Yemen se están produciendo «crímenes de guerra».

Pidió a Europa y especialmente a Francia «una acción seria» para ayudar a la población yemení. Rohani también abordó con Macron el conflicto en Siria y aseguró que Irán está preparada para «establecer una asociación multilateral con otros países en el campo de la asistencia humanitaria al pueblo sirio».

Según una nota de la Presidencia francesa, Macron pidió a Rohani que presione al Gobierno sirio para «acabar con los ataques indiscriminados» contra la población en Ghuta Oriental y permitir el acceso a la ayuda humanitaria. Esta conversación se produjo en víspera de la visita a Teherán del ministro francés de Exteriores.GARA