En un comunicado, Sortu opina que este 8 de marzo «quedará patente la opresión estructural a la que son sometidas» las mujeres y su aportación a la sociedad será visibilizada.
«Será también un día para exigir el fin de toda violencia y discriminación contra las mujeres», sostiene la formación independentista, que ha situado la convocatoria «en un contexto especial y significativo» en el que Euskal Herria ve cómo «el Reino de España le envuelve en una vorágine involutiva, desde el punto de vista democrático, político y social».
«Con la ayuda de sectores locales –añade–, el neoliberalismo está atacando a las clases populares y a la trabajadora, lo cual afecta a las mujeres de manera especial».
Recuerda en este sentido que «los retrocesos en materia de bienestar, las políticas de recortes y las reformas reaccionarias perjudican sobre todo a los sectores más ‘precarizados’ e ‘invisibilizados’», en los que «sobre todo trabajan mujeres».
Sortu ha llamado a «llenar las calles este 8 de marzo de personas que reclaman un profundo cambio político e institucional», al tiempo que ha pedido «a toda la ciudadanía vasca a que luche diariamente por la igualdad los derechos de las mujeres».
En su reunión del pasado lunes, el EBB del PNV decidió no sumarse a la convocatoria de huelga al considerar que «la manera más eficaz de que sus cargos públicos puedan defender las reivindicaciones planteadas en este 8 de marzo es estar al frente de sus responsabilidades y ocupaciones en las instituciones». Los jeltzales sí que se secundarán «el llamamiento planteado a nivel mundial» y participarán en las concentraciones de 15 minutos que se llevarán a cabo en las diferentes capitales.
Tampoco el PP se sumará a la convocatoria de huelga, iniciativa que sí contará con la adhesión de Podemos y PSE.