En declaraciones a Europa Press, Yolanda Montero ha explicado que la jornada la pasaron en total tranquilidad en el puerto de la ciudad francesa, «de paisano» (sin camisetas del Athletic) para evitar problemas con los seguidores ultras del Olympique, como así se lo habían indicado la Policía francesa.
Agentes de la Gendarmería llevaron escoltados en metro hasta el estadio a los aficionados bilbainos, que aprovecharon el trayecto para ir «cantando y bailando».
Antes de llegar a su destino, ha recordado que un grupo de seguidores del Marsella ya les estaban «esperando». «No te puedo decir cuántos ultras eran porque yo con la presión de ir corriendo no los vi, pero empezaron a caer botellas, botes de humo y petardos por el suelo», ha precisado.
«Fueron como cien metros muy intensos, con mucha presión, mucho miedo. La gente se puso a llorar, se puso nerviosa. Yo llevo muchos años, pero al ver a la gente así también te asustas, y la policía francesa 'alé, alé, alé' metiéndonos (en el estadio). Y el problema fue que las barandillas estaban puestas; solo había abierta una y se hizo tapón, y claro no pasábamos», ha incidido.
Llegados a este punto, ha alabado la labor de los gendarmes franceses, que reaccionaron con celeridad tirando una barandilla al suelo, facilitando el paso a los seguidores rojiblancos. «Si no llega a estar la policía, creo que se hubiera montando un poquito más gorda, pero el susto no te lo quita nadie», ha puntualizado.
Montero lleva haciendo muchos viajes con el Athletic por Europa y nunca ha experimentado este tipo de problemas, pero ha lamentado que lo ocurrido ayer «estaba previsto».
«A mí no me ha pillado de sorpresa, lo que pasa es que ir tan bien escoltados y de repente encontrarte eso...yo sabía que nos estaban esperando, porque nos habían dicho, pero no de esa manera, que te empiezan a caer botellas de vidrio, botes de humo y tal, pues te asustas. Yo nunca había vivido esta situación», ha confirmado.
Otro de los componentes de la expedición rojiblanca, Mikel, ha incidido en que ha realizado más de quince viajes por Europa con el Athletic, y que las ha visto «de todos los colores, pero como en París y ayer no nos había pasado nunca».
«Parecía que nos estaban esperando, pasamos justo por el bar donde suelen estar ellos, y empezaron a ponerse de negro a encapucharse, y empezaron a tirar botellas y petardos. La policía se empezó a poner nerviosa, empezaron a decir que iríamos corriendo, deprisa, hubo bastantes momentos de tensión, vimos petardos bastante cerca y bengalas», ha mantenido Mikel, quien ha tenido palabras de agradecimiento para la Policía francesa, de los que ha dicho que se comportaron «bastante bien, como profesionales».