La Vuelta a Navarra del Pueblo de Altsasu, iniciativa cuyo objetivo es denunciar la situación de los ocho jóvenes altsasuarras que serán juzgados a partir del 17 de abril en la Audiencia Nacional española por la trifulca con dos guardias civiles y sus parejas, ha partido sobre las 9.30 desde Altsasu en dirección a Elizondo, con unas 130 personas en 40 coches.

La primera parada ha sido en Lekunberri, donde los familiares de los encausados han sido recibidos por unas 150 personas. Dos madres han subrayado la necesidad de justicia para sus hijos, en «un proceso en el que están siendo vulneradas las más mínimas garantías al rechazar pruebas y testigos». Tras una kalejira una kalejira, la caravana de coches se ha dirigido a Leitza, donde les han brindado un aurresku en la plaza.

El alcalde de la localidad, Mikel Zabaleta, ha puesto en valor el trabajo que están haciendo las madres y los padres de los jóvenes, a la vez que ha subrayado que lo que está en juego no es solo el futuro de estos jóvenes, «sino el de todos, ya que puede suponer un peligroso antecedente».

La siguiente parada ha sido en Elizondo, tras pasar por Doneztebe y Oronoz-Mugaire. Allí han disfrutado de una comida popular y después, por la tarde, se ha llevado a cabo una manifestación de un millar de personas. El alcalde, Joseba Otondo, ha destacado la necesidad que que el caso sea juzgado en la Audiencia de Nafarroa, ha denunciado el largo encarcelamiento provisional que padecen como un ejemplo de situación de excepción, así como que no existan garantías para un juicio justo.

Desde Elizondo, los marchistas se han dividido para dirigirse algunos a Bera y otros a Baigorri.