«Hay 41 niños en la lista de los fallecidos», ha confirmado una fuente de los servicios de emergencia locales a la agencia de noticias oficial Sputnik.
Un grupo de ciudadanos que ha visitado el depósito de cadáveres de Kemerovo ha confirmado las cifras de víctimas mortales ofrecidas por las autoridades.
«Inspeccionamos el depósito. Hay un lista de 64 fallecidos. Examinamos los cuerpos. A juzgar por sus tamaños, había unos 20 adultos y los demás eran niños», ha dicho uno de los miembros del grupo en la concentración que tiene lugar frente a la sede de la administración regional de Kémerovo, según la agencia Interfax.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien a primera hora de la mañana ha depositado flores en el lugar de la tragedia, se ha reunido con ese grupo de ciudadanos en el depósito de cadáveres y les ha prometido que «todos los culpables será castigados».
En una reunión con autoridades locales y federales trasmitida en directo por televisión, el mandatario ha sido informado de las medidas de asistencia a los familiares de las víctimas mortales y los heridos, así como de los primeros avances de la investigación.
El presidente del Comité de Instrucción de Rusia (CIR), Alexcandr Bastrikin, ha indicado que el incendio se originó en una plaza de juegos infantiles en la cuarta planta del centro comercial, de nombre «Zímnaya Vishnia» (Cereza de Invierno).
«Hay dos hipótesis: una, un cortocircuito provocado por defectos del sistema eléctrico, y la otra –que creemos mucho menos posible– es que alguien haya encendido un fuego», ha dicho.
Bastrikin ha afirmado que nada más declararse el incendio «la mayor parte del personal (del centro comercial) huyó, abandonando a su suerte a los niños y a sus padres».
«Los empleados responsables de la seguridad, de organizar la evacuación, fueron primeros en salir corriendo», ha denunciado Bastrikin, quien ha añadido que entre el personal del centro comercial «prácticamente no se produjeron víctimas».
Las primeras pesquisas han permitido averiguar que la alarma antincendios llevaba sin funcionar desde el 19 de marzo y que la última inspección en el edificio se llevó a cabo en el año 2016. El incendio terminó arrasando unos 1.500 metros cuadrados y este martes continúan los trabajos de desescombro.