Mikel ZUBIMENDI
donostiA
Entrevue
DECLAN KEARNEY
PRESIDENTE DEL SINN FÉIN

«El Brexit da otro ímpetu a la idea de Irlanda Unida»

Nacido en el condado de Antrim, gaélicoparlante y parlamentario en la Asamblea del norte de Irlanda, es el responsable de las políticas para toda Irlanda de su partido, clave en las negociaciones y estrategias de reconciliación con los unionistas. Repasa para GARA la situación de crisis política e institucional que vive el norte de Irlanda veinte años después del fin de la guerra.

La turbulenta historia de Irlanda viene definida por un contexto de invasión, ocupación y colonización británica desde el siglo XII. Está marcada por la injusticia, la discriminación y la desigualdad, pero también por la resistencia y la rebelión armada. Estas líneas no tienen por objeto profundizar en esa historia, más bien tomar como referencia el veinte aniversario de la firma del Acuerdo de Viernes Santo, «la expresión política del proceso de paz irlandés», y abordar una actualidad marcada por la crisis política e institucional, las consecuencias que tendrá el Brexit en el norte de Irlanda y la alianza formal que han establecido los tories y el partido unionista DUP en Westminster para sostener al gobierno conservador de Theresa May.

«El Acuerdo de Viernes Santo estableció una arquitectura institucional, un marco para hacer avanzar la transformación política, económica y social, las líneas maestras para la superación del conflicto. Pero las fuerzas de la resistencia contra el Acuerdo nunca han desaparecido, es más, se han fortalecido. No estamos satisfechos con la manera y la extensión en que ha sido implementado. El Acuerdo pone la responsabilidad y la obligación en los gobiernos irlandés y británico, como co-garantes iguales, para asegurar que este tratado internacional sea totalmente implementado y eso no ha ocurrido. El unionismo ha presionado en contra, ahora está envalentonado, con la alianza que han formalizado creen tener agarrado del cuello al gobierno británico, que se ha desentendido de sus responsabilidades». En este aniversario, el líder republicano cree que «se ha hecho mucho, pero queda aún mucho más por hacer».

Crisis sistémica

Las instituciones del norte de Irlanda llevan más de un año en suspenso, el vacío político parece haberse instalado. «El Acuerdo estableció instituciones que asegurarían un poder compartido y un gobierno conjunto donde podríamos trabajar juntos sobre la base del acuerdo y del compromiso para hacer mejorar la vida de nuestros conciudadanos. No hay gobierno conjunto ni poder compartido en este momento. Las bases, los fundamentos del Acuerdo, ya no son operativos».

Considera que «la crisis política actual es sistémica y no será resuelta hasta que el Acuerdo de Viernes Santo sea implementado por completo y sean restablecidas las instituciones sobre unas bases y un marco adecuadas. A menos de que esas instituciones sean restablecidas para gobernar una sociedad basada en derechos, en la igualdad de consideración a todas las tradiciones e identidades, no tiene sentido tenerlas». No augura una solución a corto: «El Sinn Féin no está dispuesto a dejar que esas instituciones puedan ser restablecidas a menos que sea sobre una sociedad basada en derechos».

Cree que con los escándalos financieros que se han conocido últimamente «la integridad del gobierno ha sido comprometida y dañada, era imposible para nosotros continuar y hacernos responsables de todas esas cosas negativas que estaban ocurriendo, fuera el atropello de la lengua y la identidad irlandesa, o la falta de una buena gobernanza financiera».

En ese sentido, le preguntamos por la hostilidad de algunos unionistas, con una retórica de guerra cultural y de supremacismo, contra el proyecto de ley sobre la lengua irlandesa, el gaélico. ¿Cree que el unionismo puede aceptar y coexistir con la oficialidad del gaélico, con la identidad nacional irlandesa?

«La cuestión estratégica –responde– es esa. ¿Pueden aceptar que debe haber la misma consideración y una igualdad para todas las tradiciones culturales y la identidad política irlandesa en el Norte? El Acuerdo de Viernes Santo lo aceptaba explícitamente, pero el esfuerzo de los unionistas para hacer retroceder el Acuerdo en estos veinte años ha girado en torno a su negativa a aceptar en igualdad y respeto a aquellos de nosotros que vivimos en el Norte y somos ciudadanos irlandeses. No ha sido capaz de adaptarse a ese requisito».

Cerrar el círculo

Ante esa crisis, agravada por el Brexit y la alianza Tory-DUP, apunta a una salida. «Estamos cerrando el círculo que llevó al IRA a convencerse para apostar por el alto el fuego que creó las circunstancias favorables para el proceso de paz y el Acuerdo de Viernes Santo. Todo eso fue posible porque se afianzaron alianzas políticas y estratégicas que se crearon entonces, a nivel nacional e internacional. La conexión entre la América irlandesa, el gobierno irlandés, la opinión popular de los nacionalistas irlandeses y el Sinn Féin fue una alianza muy importante para crear el potencial que hizo avanzar el proceso de paz».

«Para evitar que la crisis sea más profunda y se abra un vacío político, hay que hacer que ese tipo de alianzas vuelvan a ser operativas, para que pongan la presión necesaria en el gobierno británico, para que este presione al unionismo. Estamos trabajando para que la América irlandesa, el gobierno irlandés, los nacionalistas y el republicanismo puedan otra vez defender el Acuerdo. Se necesita que Dublín presione a Londres en esa dirección y que el gobierno británico desconecte su alianza con los unionistas».

Irlanda Unida

El Brexit y la frontera física o «hard border» que impondría en Irlanda, exige, en opinión de Kearney, que «el gobierno irlandés defienda el voto de la gente del Norte y actúe en beneficio de los intereses de toda la gente de la isla. Es su responsabilidad como co-garante del Acuerdo de Viernes Santo, debe asegurar que los ciudadanos de la Unión Europea que viven en el Norte continúen teniendo sus derechos de la UE protegidos en cualquier acuerdo post-Brexit». Y a ese efecto, cree que Dublín ha interiorizado que «la mejor protección para Irlanda en cualquier escenario post-Brexit es que el Norte tenga un status especial dentro de la UE».

Ironías de la vida, el Brexit ha dado otro impulso y otro marco al debate sobre la Irlanda Unida. «Cada día más gente y con mayor claridad reconoce que ese escenario sería el mejor para una paz duradera, la estabilidad política y la prosperidad económica». Para ello, apuesta por acordar estrategias, por argumentos convincentes y comprometerse con el unionismo. «En vez de concentrarse en los aspectos más negativos de los cuatro siglos de historia compartida, hay que abarcar las muchas áreas de acuerdo y cooperación que existen entre ambas comunidades, en buena vecindad y buscando el bien común».

Con optimismo, concluye recordando que «este año el gobierno irlandés se comprometió a realizar un referéndum sobre el derecho a voto en las elecciones presidenciales para los ciudadanos del Norte y de la diáspora. La UE ha dicho también que tras el Brexit, en la eventualidad de una reunificación, el Norte se convertiría automáticamente en miembro de la UE».