La decisión se ha tomado con los votos de los miembros de ERC y JxCat, con mayoría en el órgano rector del Parlament, y pese a los votos en contra de Cs y PSC. Los comuns, CUP y PP asisten a la Mesa con voz pero sin voto.
Los grupos contrarios a que el president exiliado delegue el voto aseguran que esta delegación vulnera el dictamen del Consejo de Estado y también el auto del TC dictado con motivo de la investidura de Puigdemont del 30 de enero –que luego no se llegó a celebrar–.
El auto del Constitucional, emitido el 27 de enero, establecía que «los miembros de la Cámara sobre los que pese una orden judicial de busca y captura e ingreso en prisión no podrán delegar el voto en otros parlamentarios».
JxCat pidió la delegación de voto de Puigdemont cuando este fue encarcelado en Alemania, entendiendo que ya había pasado a disposición judicial y argumentando que entonces la premisa del TC ya no pesaba sobre él.
Puigdemont delegó el voto por primera vez en el pleno del 5 de abril, pero en aquel pleno su voto no fue clave en ninguna votación.
Investidura a distancia
La Mesa del Parlament también ha aprobado seguir tramitando la reforma de la Ley de Presidencia que impulsa JxCat para que la Cámara pueda hacer investiduras a distancia, sin que el candidato deba estar en el hemiciclo.
Fuentes parlamentarias citadas por Europa Press han explicado que la decisión se ha tomado con los votos de JxCat y ERC.