Los siquiatras analizaron a la novia del teniente, la principal testigo de las acusaciones, destacando que sufre un trastorno sicológico como consecuencia del rechazo que percibe en Altsasu tras los hechos del 15 de octubrre. 

Pese a ello, han señalado que es resiliente y es capaz de hacer frente a la situación y han explicado que más que los hechos en sí, lo que le provoca el daño sicológico y el trastorno de angustia son las consecuencias sociales que acarrea. 

Han relatado que no acaba de entender cómo le pudieron atacar siendo ella de Altsasu y que esta circunstancia le provoca ansiedad. 

Asimismo, han explicado que previamente a los hechos tenía un trastorno bulímico del que estaba siendo tratada y que fue provocado por la ansiedad debido a la hospitalización de su madre, la situación del bar y el rechazo social que percibía debido a su relación con el teniente. Los peritos han destacado que se parten de unos niveles previos superiores al estándar y que la novia del teniente sobrevaloraba el grado de inclusión en su comunidad.

Dudas en el forense

Las defensas han vuelto a lograr sembrar dudas en la declaración de un nuevo forense, en este caso de la Audiencia Nacional. Finalmente, ha reconocido que varias de las lesiones podrían deberse a causas ajenas a la «paliza» cuando previamente había señalado que se debía a ello.