Mariano Rajoy, presidente del Ejecutivo español, ha puesto a las víctimas «sin ninguna distinción» en el centro de su discurso de reacción al fin del ciclo de ETA. En ese sentido, ha apuntado que el día de hoy es «un día de recuerdo y homenaje» para ellos. Así, ha insistido en «la derrota» de ETA y que «hace tiempo que España asumió que el único relato es el de las víctimas».
De esta forma, ha calificado la última declaración de ETA de «fracso inapelable de un proyecto político corrompido por la violencia». Del mismo modo, ha señalado que «no ha logrado ninguno de sus objetivos», pero que «ha tardado demasiado en reconocer su derrota».
Rajoy ha querido «agradecer» a las FSE, jueces, fiscales, mediso de comunicación, asociaciones civiles y a la Casa Real española «su labor durante estos años», lo mismo que ha hecho con los presidente anteriores del Gobierno español.
El presidente español ha reconocido que se abre una nueva etapa y ha anunciado que en los próximos dáis conovcará una reunión extraordinaria del «pacto antiterrorista» para «evaluar la nueva situación».
Pese a ello, ha remarcado que ETA «no ha logrado ninguno de sus objetivos matando, ni por dejar de hacerlo ni lo hará por disolverse» y que «sus delitos se seguirán investigando, juzgando y condenando».