La planta de Haizea Wind, un grupo industrial con sede en Bilbo, tendrá una capacidad de fabricación de unas 300 secciones de torres offshore al año, de 50 metros de largo y hasta 8,6 metros de diámetro, y 100.000 toneladas de cimentaciones offshore de hasta 10,5 metros de diámetro.
Esta planta, que ya cuenta con carga de trabajo para todo el año, empezó a funcionar la semana pasada y prevé facturar por encima de 80 millones el próximo año hasta alcanzar entre 100 y 160 millones anuales, un objetivo que espera lograr en 2020.
La planta ha tenido un coste de 60 millones de euros y arranca inicialmente con más de 50 empleados, pero han asegurado que llegará a más de 300 personas en plantilla al finalizar el año.