@MartxeloDiaz
IRUÑEA

Uxue Barkos defiende una nueva política penitenciaria y el derecho de las víctimas

La lehendakari navarra Uxue Barkos ha destacado que tras la disolución de ETA es necesaria una nueva política penitenciaria, pero ha destacado que la prioridad son los derechos de las víctimas. Se ha remitido al texto leído en Bertiz junto a otro lehendakari, Iñigo Urkullu, en una comparecencia parlamentaria solicitada por UPN.

Álvaro Baraibar, director general de Paz y Convivencia, y la lehendakari Uxue Barkos, hoy en el Parlamento. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)
Álvaro Baraibar, director general de Paz y Convivencia, y la lehendakari Uxue Barkos, hoy en el Parlamento. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Barkos ha defendido la opción tomada por el Gobierno navarro de no acudir a Kanbo y de comparecer conjuntamente con Urkullu en Bertiz. Se ha remitido al documento que leyeron antes de subrayar que es «responsabilidad de este Gobierno trabajar para lograr una sociedad sin violencia para las próximas generaciones» y ha destacado que han colaborado tanto con el Gobierno de Lakua como con el español en numerosas materias, por lo que sería «una irresponsabilidad» no hacerlo tambien en este ámbito.

En este sentido, ha señalado que el eje del trabajo es «recuperar la memoria de las víctimas y poner en valor el papel de las instituciones navarras, a quienes ETA ha negado históricamente legitimidad» en el proceso de disolución de la organización armada. De este modo, el Gobierno navarro se planteaba subrayar la necesidad de defensa de los derechos humanos y confirmar que la disolución de ETA era defnitiva.

Ha explicado que decidieron no acudir a Kanbo porque no se daban las condiciones adecuadas ni se había participado en el diseño del acto, aunque ha visto con buenos ojos que sí fueran partidos pero no instituciones.

En este marco, la propuesta junto a Urkullu al Gobierno español tiene como objetivo poner en marcha una nueva política penitenciaria para el nuevo ciclo, pero ha destacado que «la reparación a las víctimas es prioritaria». De este modo, Barkos ha subrayado que «memoria, víctimas y educación para la convivencia» son los ejes de actuación del Gobierno navarro.

Lo cierto es que lo expuesto por Barkos no es algo novedoso, sino que se limita a recopilar lo manifestado en Bertiz. Los grupos parlamentarios tenían conocimiento de ello porque la lehendakari se lo comunicó previamente, como ha reconocido hoy.

Esta circunstancia no ha impedido que Javier Esparza, portavoz de UPN y quien había solicitado la comparecencia de la lehendakari construyera un discurso tremendista, acusando al nacionalismo de «estar 40 años recogiendo nueces» y negando a Barkos legitimidad para hablar de política penitenciaria porque su gobierno está apoyado por EH Bildu. Junto a ello, Esparza ha defendido la negociación presupuestaria que ha mantenido con el PP en Madrid vinculándola con la exigencia de que no hubiera avances en la derogación de la política penitenciaria de excepción. En la réplica, Barkos ha calificado esta actutud de «monaguillismo infame» y también ha sido criticada por los grupos del cuatripartido.

Adolfo Araiz (EH Bildu) ha discrepado de Barkos y ha destacado que su formación consideraba que el Gobierno navarro debía estar en Kanbo. Junto a ello, ha recordado que ETA ha reconocido el daño causado y se ha disuelto, «pero parece que a algunas fuerzas no les viene bien. Hay un nuevo ciclo político que tendrái que ser motivo de alegría». Asimismo, ha señalado que en el nuevo ciclo político hay que abordar las consecuencias del conflicto, entre las que se incluye la situación de los presos y ha subrayado que la política penitenciaria de excepción no puede mantenerse.

Laura Pérez (Podemos-Ahal Dugu) también ha rechazado la dispersión y los efectos que tiene en los familiares de los presos y ha preguntado a UPN cómo entiende la reinserción, mientras que Jose Miguel Nuin (I-E) ha destacado que «cuando se habla de derechos humanos también se habla de política penitenciaria».

María Chivite (PSN), en cambio, ha destacado que «no es el momento de hablar de política penitenciaria» y ha exigido a los presos reconocimiento del daño causado, rechazando soluciones colectivas.