«¿Van a colaborar con la impunidad? ¿El resto va a encubrir todo esto? ¿Van a compartir la asunción de responsabilidades, en esta situación tan grave de desafección política, de crisis institucional?», ha preguntado José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, durante su intervención al inicio del debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy, en un claro llamamiento a los partidos que todavía dudan de si apoyar la moción, como el PNV.

El dirigente socialista ha exigido «responsabilidad» a todas las fuerzas de la oposición, tras afirmar que la sentencia de la trama Gürtel que llevó al PSOE a registrar la moción hace dudar incluso de «la legitimidad de los escaños» que ocupan los diputados del PP, «porque se han financiado ilegalmente».

«Si esta Cámara no reacciona, ¿Qué vamos a decir cuando vengan las siguientes piezas, solo de este caso Gürtel? ¿Las comentamos o las dejamos pasar? Las dejaremos pasar porque nos recordarán una cierta vergüenza de no haber reaccionado», ha avisado.

Así, ha apuntado que lo primero que tiene que hacer el Congreso es «dejar constancia» de la reprobación a Rajoy «y después, elecciones». Según ha señalado, el país necesita políticas «de verdad para garantizar la España unida» que siempre ha sido, pero para poder empezar a trabajar se requiere algo fundamental: «Instituciones fuertes y creíbles». Unos gobernantes «decentes y eso señores del PP, es imposible con ustedes en el Gobierno». Por tanto, ha reiterado, primero «censura, después estabilidad y tercero elecciones».

Del mismo modo, ha advertido al PP que la «lealtad» de su partido con el Estado de derecho frente al proyecto soberanista catalán, «no supone entregarse» al Gobierno. Ábalos ha asegurado que su formación no se arrepiente de haber sido leales y de haber defendido la Constitución, en relació na la aplicación del artículo 155.

«Si les apoyamos en la defensa del orden constitucional, Pedro Sánchez es un hombre de Estado, es leal, pero si usa la misma Constitución para exigirles a ustedes responsabilidades no falta un minuto para que le llamen enemigo del Estado de derecho», les ha reprochado.