En conferencia de prensa, Mendiburu denunció la situación de Erribera, donde implantar el modelo D es «una discriminación», porque «ahí te quitas a los deficientes, te quitas a los inmigrantes, y os quedáis los guays, y encima bien pagados».
«Coincidimos plenamente con quien ha dicho que se trata de una esperpéntica salida de tono motivada por una escasa consistencia argumental», afirma Goldáraz en un comunicado, en el que destaca que «utilizar la expresión ‘deficientes’ en estos tiempos es ofensivo y de pésimo gusto».
Que en el siglo XXI «haya profesionales de la Salud que aun hablen de deficiencia mental, mongolismo, cretinismo; que dichos insultos sean utilizados por particulares o personalidades públicas y replicados en los medios de comunicación; que se diga que los inmigrantes no son guays; que tengamos que disgustarnos y reaccionar como lo estamos haciendo hoy cada poco tiempo, son todos indicadores de que aún falta mucho camino por recorrer para conseguir una sociedad tolerante e inclusiva», destaca.
Tras recordar que ANFAS y Tasubinsa «son entidades apartidistas pero no apolíticas», Goldáraz asegura que llevan 57 años «reivindicando los derechos de las personas con discapacidad intelectual o trastornos del desarrollo y sus familias, y peleando porque haya políticas dignas. Y lo seguiremos haciendo. Cada vez que se vulneren sus derechos y cada vez que veamos la más mínima oportunidad de mejorar su calidad de vida».
En esta línea, recientemente han presentado al Departamento de Educación sus demandas, en las que reclaman igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, también en Educación y en todos los modelos educativos existentes o futuros.