No ha sido la tarde de Polonia, a la que todo le ha salido mal. Se ha marcado un gol en propia puerta, ha regalado otro por un error de Krychowiak y ha convertido a Robert Lewandowski, debutante en un Mundial a punto de cumplir 30 años, en un espectador más.

Abrumada por el poderío físico de Los Leones del Teranga, la selección de Nawalka ha estado irreconocible. Lo había anunciado Lewandowski, señalando que «cuando tienen el balón no pierden el tiempo».

El equipo de Cissé ha convertido cada robo en un esprint hacia la meta contraria, a menudo perdiendo la opción de pase y sin concluir sus jugadas, pero siempre dando la sensación de que un remate afortunado les bastaría para aumentar la zozobra polaca.
A los 38 minutos, el enésimo robo de Mbaye Niang ha llegado a Idrissa Gueye. Su disparo desde el borde del área lo ha tocado Cionek para despistar su portero y abrir el marcador.

La sentencia ha llegado a la hora de juego, al aprovechar un mal pase hacia atrás de Krychowiak. Niang ha sido el más rápido para superar la salida de Szczesny y empujar a puerta vacía.

El gol de cabeza del propio Krychowiak en el 86 ha puesto picante a los últimos minutos, pero no ha habido tiempo para más. Aliou Cissé, técnico más joven del torneo, ha vivido otra jornada de gloria dieciséis años después de ser el capitán del equipo que venció a Francia en el partido inaugural de Corea-Japón 2002. Página especial de NAIZ