Según ha informado el Ayuntamiento de Bilbo, se trata de una publicación donde «se reivindica el papel de las ciudades en la acogida de personas refugiadas, y se sugiere pasar de una actuación de emergencia a una planificación de la intervención a largo plazo».

«Existe una voz poco escuchada dentro del debate sobre las políticas hacia las personas refugiadas: la voz de las ciudades. Escuchar a las ciudades no solo tiene el potencial de crear un debate más constructivo, sino que además puede ayudar a formar políticas que reconcilian la solidaridad y la cohesión social», comienza el texto.

La iniciativa de la firma de este texto se enmarca en la participación de Bilbo en el proyecto Intercultural Cities promovido por el Consejo de Europa con la colaboración de la Comisión Europea, que tiene la finalidad de poner en contacto a distintas ciudades europeas que tienen programas interculturales para recoger buenas prácticas e intercambiar conocimientos.

El Consistorio bilbaino señala que el objetivo último es «facilitar la integración de personas inmigrantes y minorías, reconociendo la diversidad como un activo para la innovación, el desarrollo y la cohesión social».

En el manifiesto se afirma que «debemos preparar el camino para que las personas refugiadas de hoy sean las ciudadanas de mañana. Si no pueden trabajar, estudiar, crear empresas o ni siquiera ofrecerse como voluntarias a causa de obstáculos legales o administrativos, o porque no tengan oportunidades asequibles de aprender nuestro idioma, debemos encontrar una manera de evitar que sus vidas y talentos sean malgastados».