En 2016 esta caravana fue a Grecia para mostrar su rechazo al «acuerdo de la vergüenza entre la UE y Turquía y reclamar un pasaje seguro y una acogida digna para quienes huían de la guerra en Siria», mientras que «en 2017 se dirigió a Melilla para denunciar las devoluciones en caliente, las vallas con concertinas y los CIEs. También la violencia que enfrentan las mujeres en el tránsito, la explotación laboral de los y las trabajadoras transfronterizas y los acuerdos de externalización de fronteras con Marruecos».
En esta ocasión los autobuses tendrán como primer destino Ventimiglia, en la frontera franco-italiana. Posteriormente la expedición embarcará en Génova rumbo a Sicilia, y tras varios días en la isla cruzarán a la península Itálica para visitar Riece, en Calabria.
«Consideramos que Italia está jugando en estos momentos un papel clave negativo en la externalización de fronteras en África en la aplicación de las políticas de la UE, con acuerdos espurios con estados fallidos, como Libia, que violan sistemáticamente los derechos humanos. De hecho, Italia es el primer receptor de ayudas de Bruselas y, todavía, puede desempeñar un rol aún peor con las medidas xenófobas que el actual Gobierno ha comenzado a aplicar», han explicado.