Por tercer año consecutivo, más de 100 organizaciones de todo el Estado se pondrán en marcha el próximo mes de julio, entre los días 13 y 22, para denunciar la vulneración de los derechos humanos en las fronteras europeas.

En 2016 la caravana Abriendo Fronteras viajó a Grecia, para denunciar el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía y reclamar una acogida digna para quienes huían de la guerra en Siria. En 2017 el destino fue Melilla, donde rechazaron las devoluciones en caliente, las vallas con concertinas y los CIE.

El próximo 13 de julio varios autobuses partirán de diferentes lugares del Estado español hacia el sur de Italia. «La razón de ir a la frontera franco-italiana, Sicilia y Calabria, es porque consideramos que Italia está jugando en estos momentos un papel clave negativo en la externalización de fronteras en África en la aplicación de las políticas de la UE, con acuerdos espúreos con estados fallidos, como Libia, que violan sistemáticamente los derechos humanos. De hecho, Italia es el primer receptor de ayudas de Bruselas y, todavía, puede desempeñar un rol aún peor con las medidas xenófobas que el actual Gobierno ha comenzado a aplicar», alertaron ayer desde Ongi Etorri Errefuxiatuak durante la presentación de la caravana.

Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de las personas Refugiadas, plagado de declaraciones institucionales, la plataforma reivindicó otras políticas de acogida ante la llegada de refugiados.