Tras criticar que haya quienes quieren hacer creer que Educación está en una situación «insostenible» por una «alocada» gestión, lo que les lleva a pedir su dimisión y que el departamento sea intervenido, Solana ha apelado a la «responsabilidad» porque la «falsedad» del «apocalipsis» se puede comprobar si se mira «honestamente».

Y ha añadido en rueda de prensa que ha habido casos reales de ceses, pero «muy por debajo» de los habidos en años anteriores, mientras que otros no han sido tales.

En concreto ha aludido a las dimisiones de las que se ha hablado en el servicio de formación en educación, del que ha precisado que trabaja «en un cambio de paradigma, en reordenar para de nadie se ocupe de manera estanca y unilateral de formar al profesorado, en la planificación, en poner orden en lo que se ofertaba y en desechar formaciones para renovar pedagogías».

Un servicio que «ha tenido un aumento de trabajo considerable» y en el que ha asegurado que no se han producido cuatro renuncias sino solo una, «el responsable» que por razones personales va a cambiar de actividad.

Del resto de citados como dimisionarios ha señalado que una persona finaliza en junio su comisión de servicio y pasa como liberada a un sindicato, y otra es un administrativo que participa en un concurso de traslados que no se había convocado desde 2012.

Solana sí ha admitido renuncias en el módulo de conducta del CREENA, pero ha explicado que desde inicio del curso se vio que era un grupo «muy mal avenido» y su ambiente de trabajo «bastante inestable».

Esto hizo que se les separara y quedaran de una parte dos personas encargadas de altas capacidades y de otra cinco trabajadores que son los que han decidido no continuar el próximo curso, una decisión «respetable y legítima» que supondrá una renovación de equipo y de las relaciones, «un cambio que no le va a venir mal a CREENA y, por ende, al servicio que presta».

«Les invito a hablar largo y tendido» de un departamento que dicen que está «despedazado» y «me encantaría que alguien entre en él para comprobar si es o no en su día a día la casa de los líos», ha subrayado, al tiempo que ha dejado para el verano el balance detallado de la actividad de Educación, cuando se cumpla el tercer año de legislatura.

En todo caso ha aseverado que «se hacen muchas cosos y se hacen bien», y ha agregado que antes «había muchos cosas que no se hacían bien y se están corrigiendo"»

Como ejemplo ha aludido a la reversión de recortes con la que está «aflorando una manera de funcionar en el departamento que preocupa y se está corrigiendo, como la plazas falsas de los CAP» o la mayor cargo de trabajo que se atribuyó a los tutores «no contemplada en la ley ni en el decreto de horas lectivas», por lo que ha considerado que no solo «inspección tendrá que decir alguna cosas» sino también los centros y los sindicatos.

«Gracias a este trabajo, a este empeño de hacer las cosas desde la base, da abajo hacia arriba, y de cambiar y corregir desde raíz, estamos viendo cosas que nos parecía que se daban y que ahora podemos constatar que se han dado durante demasiado tiempo», ha dicho, y destacado que la renuncia que ha presentado el responsable de inspección tendrá que esperar a que finalice la OPE de inspección que «ha liderado, dirigido y de la que es responsable directo».

Por último, María Solana se ha referido a la OPE de Secundaria y FP con 325 plazas y más de 2.000 opositores, un proceso «largo y terriblemente complejo» que transcurre con «normalidad» pese a las «bombas atómicas que van colocando (desde la oposición) en el calendario para tapar otras cuestiones».
Y entre estas se ha referido «al ruido que ha hecho el PSN» para «tapar» la queja que por «su actitud y sus maneras», por «sus faltas de cortesía parlamentaria», «sus múltiples faltas de respeto» y «sus ataques personales» se ha presentado ante la Mesa del Parlamento contra el portavoz socialista en Educación.