El Parlamento de Gasteiz cerró ayer este periodo de sesiones poniendo deberes al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Los partidos que hace un mes votaron en el Congreso de los Diputados a favor de la moción de censura a Mariano Rajoy –que suman 66 de los 75 escaños de la Cámara autonómica– reclaman, entre otras cosas, que en el plazo de seis meses la Administración del Estado presente un calendario para la materialización de las transferencias pendientes. Esta demanda ya se aprobó también en abril, dirigida entonces a Rajoy.
Fue un pleno denso y largo, que arrancó con la aprobación de tres leyes: la de Puertos, la de modificación de los Consejos Escolares y la de Formación Profesional. Como los trabajos de ponencia y comisión de estos proyectos eran anteriores a la moción de censura y a que el PP se sintiera «traicionado» por el PNV, el partido de Alfonso Alonso fue quien finalmente apoyó a la coalición de gobierno en los tres casos.
Atender problemas sociales
A iniciativa de EH Bildu, se debatió una moción que instaba al nuevo Gobierno español a completar el Estatuto y presentar en seis meses un calendario para ello, a revisar los recursos interpuesto ante el Constitucional y a modificar la política penitenciaria.
PNV, PSE y Elkarrekin Podemos presentaron una enmienda conjunta, que finalmente fue apoyada también por EH Bildu.
El Parlamento de Gasteiz «se muestra favorable a la apertura de un nuevo tiempo político, donde se deje atrás un periodo marcado por la regresión democrática», una alusión que no gustó nada al PP, como evidenció a través de Borja Sémper.
Tras ello, el Parlamento «insta al Gobierno de España a atender de forma prioritaria las problemáticas de índole social que han llevado a la ciudadanía vasca a manifestarse de forma masiva en reiteradas ocasiones en los últimos meses, y en especial las relativas a las pensiones, la brecha salarial y la lucha contra las violencias machistas, adoptando por tanto una nueva agenda social».
Completar el Estatuto
La Cámara autonómica pide a Madrid y Lakua que continúen sus conversaciones para culminar el Estatuto, atendiendo a acuerdos anteriores del propio Parlamento y al informe de transferencias pendientes.
EH Bildu quiso que en este párrafo se incluyera la exigencia de que el Gobierno español respete lo que se acuerde en el Parlamento de Gasteiz, lo que no fue aceptado por PNV, PSE y EP. El portavoz del grupo independista, Unai Urruzuno, atribuyó la negativa al PSE, pero fue Joseba Egibar quien respondió que esa demanda no cabía en un apartado en el que se exigía que después de 39 años se cumpla el Estatuto, con lo que ya se ve que la Administración del Estado no respeta lo que se decide en la Cámara autonómica.
El Pleno insta también a Madrid a que «antes de seis meses presente un calendario de trabajo para la materialización de las transferencias pendientes, otorgando un lugar destacado a las referidas a centros penitenciarios y a la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, en los términos de la disposición transitoria quinta del Estatuto».
Además, los partidos vascos exigen que en las relaciones con el Estado «se evite el recurso sistemático de las normas aprobadas en esta Cámara ante el Tribunal Constitucional» Y que, al mismo tiempo, «se revisen las disfunciones generadas por recursos presentados con anterioridad, de forma que se aborden dichas problemáticas desde el diálogo y la negociación de los conflictos competenciales, sacando dichas cuestiones, en la medida de lo posible, de la vía judicial».
Política penitenciaria
El Parlamento de Gasteiz también insta al Gobierno de Pedro Sánchez «a modificar la política penitenciaria mantenida hasta ahora, evitando las medidas de excepcionalidad y el cumplimiento de las penas lejos de los lugares de arraigo social y familiar de las personas presas»
En este punto se recoge una exigencia reciente aprobada también por la propia Cámara autonómica, solicitando «la aplicación de principios como el de individualización, de humanidad con los presos gravemente enfermos, y el reconocimiento del daño causado».
El debate entre los grupos no tuvo demasiada relación con el contenido estricto de la moción presentada, y derivó más hacia la posición de cada cual tras la moción de censura y el cambio de gobierno en Madrid.
Urkullu, Ortuzar, Mendia
Aprovechando la convocatoria del Pleno, el lehendakari se reunió durante dos horas y media con el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, y la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, con el objetivo de analizar el resultado de la entrevista mantenida por Iñigo Urkullu con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el lunes en la Moncloa
Tras el encuentro, PNV y PSE hicieron público un comunicado anunciando que el lehendakari y los partidos asociados en su gobierno de coalición «se comprometen a aprovechar la nueva coyuntura política para ampliar el autogobierno y afianzar la convivencia».
Después de la reunión entre Urkullu y Sánchez se produjo una contradicción entre Lehendakaritza, que hablaba de que se había decidido crear un grupo de trabajo para tratar de la política penitenciaria, y la versión de Madrid que no admitía la existencia de esta comisión. En la nota hecha pública ayer por PNV y PSE se recoge que «se ha asegurado una comunicación fluida entre los dos gobiernos» en esta materia. Además del acercamiento, se mencionan también medidas «a favor de la convivencia», como la «progresión de grado».
Críticas generalizadas a la gestión de Maite Iturbe al frente de EiTB
Todos los grupos parlamentarios, salvo el PNV, expresaron ayer una opinión muy crítica sobre la gestión de Maite Iturbe y su equipo al frente de EiTB. E incluso la portavoz jeltzale, Ana Oregi, abogó por hacer autocrítica y cambios.
Elkarrekin Podemos presentó una propuesta pidiendo el cese de la directora general del ente debido a su «mejorable gestión económica», a su «irregular y poco transparente» política de contratación y a los «malos resultados» de audiencia. El PP se adhirió de manera inmediata y entusiasta a la petición de destitución de Maite Iturbe.
Los partidos del Gobierno, PNV y PSE, presentaron una enmienda de contención, incluyendo llamamientos a la pluralidad y la profesionalidad. Cabe destacar que el PSE fue especialmente beligerante contra Iturbe en la pasada legislatura, cuando no estaba en el Gobierno. Ayer también fue crítico este grupo, pero menos contundente.
La petición de cese –que en cualquier caso no es imperativa– quedaba en manos de EH Bildu. Unai Urruzuno fue enormemente crítico con el proceder de EiTB, pero sostuvo que hay que repensar todo el funcionamiento del ente, que es lo que se está haciendo en ponencia, y que los cambios no van a venir de sustituir a una persona por otra. En todo caso, aclaró que eso no era un cheque en blanco para Maite Iturbe ni para su equipo.I.I.
PNV y PSE posponen la ley sobre la RGI porque iba a ser devuelta
PNV y PSE optaron ayer por posponer el debate sobre la toma en consideración de su proposición de ley sobre reforma de la RGI al constatar que toda la oposición iba a votar en contra, con lo que la propuesta iba a ser rechazada sin ni siquiera debatirse.
Para la aprobación de una ley hay dos vías en el Parlamento. Una, que la propuesta parta del Gobierno, lo que conlleva numerosos informes jurídicos, económicos y de género. La otra vía es a través de los partidos, lo que solo exige presentar el texto de la ley. Para que una proposición de ley que llega por este camino siga adelante, debe tener el apoyo mayoritario de la Cámara, lo que no supone la aceptación de todo su contenido, porque luego llegan las enmiendas.
Pese a que era el Gobierno de Urkullu quien tenía el compromiso de presentar esta ley de reforma de la RGI, finalmente optaron por la opción de que lo registraran PNV y PSE. Esto no gustó a los partidos de la oposición. Además, EH Bildu y Elkarrekin Podemos y el PP también discrepan, aunque por motivos antagónicos, del contenido de la reforma presentada.
Durante la mañana hubo nervios entre los partidos del Gobierno, tratando de saber cuál sería el voto final de la oposición. Y cuando ya conocieron que la propuesta iba ser rechazada, el debate interno se trasladó a la disyuntiva entre retirar la ley, posponer su debate o seguir adelante para que «cada cual se retrate».
Cuando el orden del día se acercaba al debate de este punto, PNV y PSE anunciaron que lo posponían, como les había propuesto por ejemplo EH Bildu, con la idea de «seguir avanzando e ir viendo si realmente se dan movimientos para llegar a ese acuerdo que nosotras estamos planteando», según explicó Nerea Kortajarena. Hasta octubre no habrá plenos ordinarios, tiempo suficiente para buscar acuerdos entre los grupos.I.I.