NAIZ

Los factores sociales, además de la alimentación, inciden en la salud y marcan diferencias entre barrios

Los factores sociales, además de la alimentación, inciden en la salud de las personas y marcan las diferencias entre los habitantes de diferentes barrios de una ciudad, tal y como se desprende de un estudio llevado a cabo en Bilbo en los barrios de Deusto, Uribarri y San Francisco.

Las diferencias entre los habitantes de diferentes barrios de una ciudad se podrán apreciar en una exposición de fotografías que se inaugurará el próximo miércoles en el Paraninfo de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y que permanecerá abierta hasta el 12 de julio.

Esta exposición forma parte del proyecto «Fotovoz Bilbao: influencia del entorno alimentario en la salud», que ha sido desarrollado por el equipo de investigación de Enfermería y Promoción de la Salud de la UPV/EHU junto a las asociaciones de vecinos de los citados barrios.

La investigadora principal, Leire Gravina, ha presentado en conferencia de prensa la muestra y ha anunciado que en el acto de inauguración se difundirán oficialmente las cerca de cien «recomendaciones políticas» elaboradas con las conclusiones del estudio, hechas públicas hace unas semanas.

Ha recordado que dichas conclusiones establecen que el barrio de San Francisco presenta necesidades orientadas a mejorar su entorno socio-económico, marcado por el paro y la emigración; mientras que Uríbarri precisa más actuaciones sobre los hábitos de vida y el entorno físico, y Deusto requiere cambios, principalmente, en el entorno físico.

«Nos fijamos en estos tres barrios porque son muy participativos y porque representan importantes diferencias socioeconómicas entre ellos, relativas a nivel de estudios, nivel económico u obesidad, y muestran cómo inciden esos condicionamientos en la salud de sus vecinos», ha remarcado y ha añadido que, por tanto, también tienen influencia en las expectativas de vida, que pueden oscilar hasta los 10 años entre un barrio u otro.

Las «recomendaciones políticas», que se trasladarán a los representantes institucionales, se fijan en actuaciones concretas como son la alimentación en los comedores escolares, la garantía de calidad de los productos o cómo combatir la obesidad.

Gravina también ha destacado a metodología aplicada en este estudio, consistente en un proceso participativo que pretende mejorar la calidad de vida de las personas y trabajar de «arriba a abajo, en vez de al revés».