La secretaria general del PSE, Idoia Mendia, ha explicado en una rueda de prensa en Bilbo que el voto particular, remitido ya al resto de grupos, se centra en ese preámbulo y en el título preliminar «porque todo lo demás deriva de estos dos apartados».

Mendia ha sostenido que el texto pactado por PNV y EH Bildu «no es que rebase la legalidad, es que se nos plantea que aprobemos un texto en el que los vascos le decimos al resto de los españoles que se nos ha ocurrido que España pasa a ser un país confederal».

Ha criticado que «lo primero que se cita en el título preliminar es precisamente la consolidación del derecho a decidir y se confrontan peligrosamente el principio democrático y el de legalidad, dando prioridad sin matices a la voluntad mayoritaria con independencia de lo que establezcan las reglas pactadas».

Mendia ha apuntado que «por mucho que se pretenda edulcorar esta cuestión, se anuncia que va a haber ciudadanos de primera y de segunda. Hoy no se nos dice, pero alguien –ha señalado en referencia a Xabier Arzalluz– ya lo explicó en un pasado no lejano: quienes no adquirieran la nacionalidad vasca serían tratados como alemanes en Mallorca, con derechos sociales pero derechos políticos limitados».

El Gobierno, al margen

La líder del PSE ha lamentado que las fuerzas abertzales, cuando existen «muchísimas coincidencias» en las cuestiones sociales que deberían haber servido para una reforma estatutaria, hayan optado por una «síntesis» de sus propias posiciones en vez de buscar un acuerdo transversal.

Mendia ha reiterado que los pactos de gobierno con el PNV están al margen de esta cuestión. «Éramos conscientes de que sería una de las mayores dificultades y por eso dejamos el debate del autogobierno en el Parlamento y los grupos, para dejar al margen al Gobierno y que se ocupase de las prioridades ciudadanas».