Funcionarios de la cárcel madrileña de Alcalá-Meco llevaron ayer un registro en las celdas del módulo 3, donde se encuentra el preso tolosarra Manu Azkarate, gravemente enfermo, que padece varices esofágicas y tiene una pierna ulcerada.
Tras el cacheo, la celda de Azkarate quedó «inhabitable», por lo que el preso instó a los funcionarios a dejarla como estaba, a lo que estos respondieron que lo hiciera él mismo.
Azkarate se negó y fue trasladado a otra celda, plagada de chinches, según ha explicado él mismo a sus allegados a través de una llamada telefónica. Esas condiciones de insalubridad son factores de riesgo añadidos para una persona gravemente enferma.
Por ello, Manu Azkarate ha denunciado ante el juez de Vigilancia Penitenciara tanto el cacheo arbitrario como la insalubridad a la que ha sido sometido.
Azkarate fue detenido en diciembre de 2016, en Marsella. Tras su entrega a las autoridades españolas, fue encarcelado en Soto del Real, prisión desde la que tuvo que ser trasladado en dos ocasiones al hospital Gregorio Marañón, a causa de una erisipela en la pierna ulcerada.