Por un debate sincero sobre el euskara
Por encima de legítimos intereses particulares, el director de GARA considera que los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la opinión pública y que es el momento de afrontar debates estratégicos. En el caso del euskara, hay que generar nuevos consensos... y conflictos.
Iñaki Soto ofreció ayer al mediodía una charla en uno de los cursos de verano que se celebran durante estos días en la sala Bizkaia de la UPV. Como director de GARA, Soto mostró su punto de vista sobre las políticas lingüísticas, la normalización del euskara y el papel que juegan en esa labor los medios de comunicación.
Conflictos nuevos
El director de GARA repitió en varias ocasiones la idea de que es el momento de «debates estratégicos» como país en ámbitos como el del euskara e invitó a aparcar intereses particulares y afrontar el debate desde la «sinceridad». «Es necesario generar nuevos consensos y definir nuevos conflictos», señaló, porque la política lingüística es «reflejo del conflicto» y ha reproducido sus trincheras.
En opinión de Soto, «algunos mandatarios» consideran que la «nueva normalidad» es seguir actuando de la misma manera, pero sin ETA. Frente a este tipo de actitudes, considera que es necesario subir «el nivel de nuestras ambiciones comunitarias» y fomentar un debate público en el que los medios de comunicación juegan un papel fundamental.
«Algunos pretenden congelar este país por miedo al cambio. Pero, como ocurre con la merluza, si se congela dos veces, después ya no se puede comer», aseguró para insistir en que «es el momento de gestionar las contradicciones, no solo las ajenas sino especialmente las propias, y afrontar estos debates».
«Demasiadas veces juzgamos a los demás con juegos morales», sostuvo, «y así no se puede avanzar». Sobre esos prejuicios a abandonar puso como ejemplo cómo ha cambiado su percepción sobre los euskaltzales del PNV al discutir con ellos. Eso no evita las discrepancias sobre qué hay que hacer en este terreno o en otros, pero aparca el juicio moral.
Reconversión obligada
Soto citó en varias ocasiones a EITB y dijo que considera necesaria una reconversión del ente público, una reconversión que en el resto de medios se ha dado «a palo seco».
Esto provoca un choque de intereses, legítimo, pero que, según él, inhibe las opciones de un debate real. «Si pretendemos dar solo debates de los que de antemano conocemos el resultado, no hay debate».
El director de GARA criticó el clientelismo en el que se basa el sistema de medios vasco: «todo el mundo quiere un medio, y así es difícil construir un sector, tener políticas públicas adecuadas y afrontar estos retos». Tampoco perdió la ocasión de recordar que GARA lleva quince años en suspensión de pagos por la deuda de “Egin” con la Seguridad social, de 4,7 millones.
Reivindicó a Joseba Sarrionandia cuando dice que «el euskara es nuestro único territorio libre», pero matizó que no estamos utilizando esa libertad para dar estos debates. También recordó que el poeta dice que nuestro país tiene tres idiomas, para afirmar que, «aunque se pusiesen en marcha las políticas públicas que demandamos, tardaríamos décadas en euskaldunizarnos; y el castellano y el francés seguirían aquí». Eso sí, varias veces defendió que lo que ha logrado este pueblo con el euskara es un milagro y que no deberíamos perderlo de vista. «Deberíamos tatuárnoslo», sentenció.
Soto considera que junto a la política lingüística sobre el euskara «tenemos que hacer política lingüística sobre todas las lenguas que son nuestras, porque si no nos las harán los enemigos del euskara». «El problema de la diglosia seguirá aquí», afirmó, y es algo que sobre lo que deberíamos reflexionar en profundidad «para prever escenarios y encontrar soluciones».
«Tenemos que actuar con sinceridad, no tenemos tiempo, cada vez menos fuerzas y tenemos que ser conscientes de nuestra pequeña dimensión. Se está produciendo una revolución cultural y no solo en el apartado tecnológico, y nuestros dogmas y consensos ya no dan para más», afirmaba.
Criterios a prueba
Cuestionado directamente por una de las asistentes, Soto no eludió la pregunta y asumió que el modelo de GARA «no satisface ni a los lectores euskaldunes ni a los que no lo conocen –que hacen un esfuerzo que hay que reconocer y reivindicar–; tampoco a nosotros».
Sin negar la importancia de la cantidad, que ha crecido sustancialmente con productos como GAUR8, en NAIZ o en la radio, el director de GARA señaló que cree que no consiguen acertar con los criterios para decidir en qué idioma se debería publicar una noticia. Esta crónica es un buen ejemplo: originalmente iba en euskara, cuando una de las funciones del periódico es informar de lo que se hace en euskara a quienes no conocen o dominan el idioma. Asumió que no tienen respuestas, pero que es importante experimentar, fallar y afinar.
De hecho, tal y como surgió en la ronda de preguntas, esa contradicción también la viven las entidades de euskalgintza, que a menudo piden a GARA que informe de sus iniciativas en castellano.