GARA
Londres

Trump rectifica y elogia a May tras sus salidas de tono

En un intento por zanjar la polémica creada por sus declaraciones en una entrevista, Donald Trump, rectificó y colmó ayer de elogios a Theresa May, que anunció que sus países buscarán un acuerdo de libre comercio tras el Brexit. «Lo que hagas está bien», le dijo el magnate a la premier en un tono conciliador tras sus duras críticas a la estrategia de Londres para salir de la UE. Cientos de miles de personas mostraron su rechazo a Trump en las calles de Londres.

El presidente de EEUU, Donald Trump, aseguró ayer que pidió disculpas a la primera ministra británica, Theresa May, por la polémica entrevista en “The Sun” en la que criticaba su estrategia del Brexit y la calificó como una «mujer excelente y «toda una profesional». Ambos limaron asperezas tras la cornada recibida por la premier con esas declaraciones en las que el magnate afirmaba que su propuesta para el Brexit matará la posibilidad de un acuerdo comercial bilateral y generara otra polémica. Después de aparcar sus diferencias, tras su reunión en Chequers mostraron una mutua voluntad de llegar a un «ambicioso» acuerdo comercial tras el Brexit.

Trump se retractó y afirmó, en la rueda de prensa posterior, que lo que haga Reino Unido en sus negociaciones con Bruselas «estará bien», siempre que se asegure de que puede cerrar un acuerdo comercial «justo» con EEUU. «Lo único importante» es que los dos países «puedan comerciar» tras la salida británica de la UE, señaló. «Lo que hagas, está bien», dijo un Trump conciliador. «Esta señora –añadió– está haciendo un trabajo increíble. Es una dura negociadora (…) muy, muy inteligente y resuelta. Prefiero tenerla como amiga».

En la entrevista que causó estupor en Gran Bretaña, Trump afirmó que no habría acuerdo comercial bilateral si May sigue con su plan de Brexit suave, que propone crear un mercado común de bienes con la UE, puesto que Washington tendría que negociar con Bruselas. Ayer se retractó y pidió disculpas.

Pero tras su cita de ayer matizó, señaló que en los últimos días sus relaciones con May han progresado «rápido y bien» y alabó la histórica relación especial entre los ambos países, «un vínculo como no hay otro» e «indispensable para la causa de la libertad, la justicia y la paz».

Trump, que por la tarde viajó a Windsor a tomar el té con la reina inglesa, afirmó que él y May coincidieron en la necesidad de frenar el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán, en estrechar la cooperación en defensa y «en la importancia de controlar la inmigración para detener el terrorismo».

Por su parte, May anunció que ambos países buscarán un «ambicioso acuerdo de libre comercio» tras el Brexit. «Ningunos otros dos países hacen más cosas juntos que nosotros para mantener a sus pueblos a salvo y prósperos», añadió. «Y queremos profundizar esa cooperación aún más», sentenció.

La intromisión de Trump produjo en un momento de fragilidad política de May. La oposición, sin embargo, cerró filas en torno a la premier. «Es extraordinariamente grosero por parte de Trump comportarse así», indicó Emily Thornberry, «número dos» laborista en el Parlamento. «¿Qué le enseñó su madre?», se preguntó, instando a May a «plantarle cara» para «no decepcionar» a su país.

Amplio rechazo

La visita de los Trump ha sido acogida con numerosas protestas en Reino Unido, especialmente en Londres, ciudad que la pareja ha tratado de evitar. Cientos de miles de personas salieron a las calles de la capital para mostrarles su rechazo.

Personas disfrazadas de pollo o de las sirvientas de la serie «El cuento de la criada» y proclamas como «Trump apesta» o «No a Trump, no a la guerra» protagonizan el inicio de la mayor manifestación convocada ayer en Londres. Los asistentes –unos 70.000, según los organizadores– gritaban «¡No Trump, no Ku Kux Klan, no EEUU fascista!» en su trayecto hacia Trafalgar Square, mientras hacían sonar cacerolas y silbatos. Abundaban también los globos naranjas con el lema «Stop Trump», así como los eslóganes feministas.

«Donald Trump es misógino, machista, homófobo, xenófobo, promueve la intolerancia», señaló Georgina Rose a AFP.

«Si hacemos un acuerdo comercial post-Brexit con Trump y EEUU, los estándares de higiene en la alimentación son muy bajos, lavan a sus pollos en cloro para limpiar enfermedades que nosotros no tenemos en los nuestros. Esto es un símbolo de lo que no queremos con Estados Unidos», dijo a Efe Liz Morris, disfrazada de ese animal.