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sao paulo

Lula lanza desde la cárcel su candidatura a las elecciones presidenciales de octubre

El Partido de los Trabajadores insistió ayer en proclamar la candidatura presidencial de Lula da Silva a las elecciones de octubre a pesar de su encarcelamiento, una apuesta improbable, pero que confirma el papel central de exmandatario en la política de Brasil.

En su convención nacional en Sao Paulo, el Partido de los Trabajadores (PT) apostó todas sus fichas a Luiz Inácio Lula da Silva, que sigue liderando las encuestas para las elecciones presidenciales del 7 de octubre, que se anuncian como las elecciones más inciertas desde la restauración de la democracia en 1985, y le confirmó como candidato, pero dejó abierto el nombramiento de su vicepresidente.

El expresidente se encuentra preso desde abril para cumplir 12 años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, pero sigue al frente de los sondeos con alrededor de un 30 % de intención de voto. Su partido no contempla alternativas, pero su postulación podría tener los días contados, ya que la ley electoral lo impide en condenados en segunda instancia, como es su caso. La última palabra la tendrá el Tribunal Superior Electoral, que a partir de mediados de agosto podría declarar a Lula como inhabilitado en caso de que su candidatura sea impugnada.

A dos meses para las elecciones, la indefinición continúa instaurada en el PT, que todavía no ha anunciado quién será su sustituto si se le impide concurrir. Algunos sectores dentro del partido creen que podría ser el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, quien ayer avisó de que «Lula va a ganar las elecciones de octubre».

La formación tampoco ha desvelado quién será el vicepresidente de la fórmula, pero, según medios locales, el partido ha intensificado las negociaciones con el Partido Comunista do Brasil (PCdoB), el más firme aliado de Da Silva desde 2002, para que su candidata, Manuela D'Avila, deje su carrera en solitario y sea compañera Lula en caso de que pueda presentarse. Lula criticó la candidatura de D’Avila, anunciada el miércoles.

Aparte del PT, otros dos candidatos fuertes se lanzaron al ruedo ayer: el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin, del derechista PSDB; y la ecologista Marina Silva, de Rede Sustentabilidade. Antes ya se habían anunciado las candidatura del ultraderechista Jair Bolsonaro (PSL), segundo en las encuestas; de Ciro Gomes (PDT) y de Henrique Meirelles, el llamado «candidato de los mercados», por el PMDB de Michel Temer.

Todos tendrán que lidiar con la indignación y la apatía del electorado. En Brasil es obligatorio votar, pero dos encuestas recientes muestran que entre un 33% y un 41% se plantea la abstención. Un porcentaje que cae a casi el 25% si Lula concurre.