I. AZPARREN-A. INTXUSTA
IRUÑEA

Fracasa el desalojo de Maravillas al volver a okuparse a la tarde

La Policía Foral lanzó una gran operación de madrugada contra el gaztetxe Maravillas, consiguiendo su desalojo. HuBo tensión y golpes. Ya por la tarde, en una manifestación de respuesta contra lo sucedido, decenas de jóvenes consiguieron entrar de nuevo en el Palacio de Rozalejo arropados por cientos de partidarios del proyecto.

La Policía Foral desalojó ayer durante unas horas el gaztetxe Maravillas en una operación que arrancó de madrugada. La portavoz del Gobierno, María Solana –que también ejercía como consejera de Interior en funciones al estar María José Beaumont de vacaciones hasta el lunes–, aseguró que sus efectivos actuaron en cumplimiento de una resolución del juzgado de Instrucción número 4 notificada el jueves, apenas unas horas antes de ponerse en marcha el operativo. Esta resolución de desalojo cautelar se produce a raíz de un petición del propio Gobierno foral. Sin embargo, la protesta de la tarde desembocó en una manifestación a cuyo término se volvieron abrir los portones del palacio, entrando decenas de jóvenes al interior. El resto de manifestantes, cientos de ellos, permanecían en el exterior a cierre de esta edición.

La operación de desalojo de madrugada no produjo heridos de consideración, aunque sí hubo porrazos en el exterior, ni detenciones. Había 22 personas dentro, dispuestas en lugares estratégicos, cuatro de ellas menores, en resistencia pasiva. Los agentes identificaron a todos ellos y les sacaron del edificio. Sus datos, así como imágenes de las protestas, fueron trasladados al juzgado, por lo que no se sabe aún si estas personas se verán implicadas en algún proceso sancionador. A preguntas de este periódico, la consejera Solana no fue capaz de aclarar si a ella le parecía o no punible este comportamiento.

Según fuentes jurídicas consultadas, no haría falta reiniciar un nuevo trámite judicial para proceder al desalojo, por lo que este podría desencadenarse en cualquier momento. En caso de que los nuevos okupas fueran distintos de los identificados esta mañana, se considerarían dos delitos diferentes.

Aunque no hubo golpes en el interior del Palacio Marqués de Rozalejo, la Policía Foral y la Policía española se emplearon a fondo por la mañana con las porras y hubo algunos pelotazos frente a la gente acudió al aviso de socorro que llegó desde el interior de Maravillas nada más ver los primeros furgones rojos. Se contabilizaron numerosos contusionados y dos de ellos fueron trasladados a Urgencias (insuficiencia respiratoria tras a un porrazo en la tripa y policontusiones). Algunos de los presentes lanzaron objetos contra los agentes (piedras y botellas), si bien los choques fueron perdiendo intensidad a lo largo de la mañana.

Cronología de los hechos

La operación se inició sobre las 5.00 horas. Según las personas atrincheradas en el interior, los primeros en enterarse de la operación fueron los que estaban apostados en el tejado. Los policías forales entraron en tromba por una puerta tras la que se encontraban dos personas embidonadas y sin atender a los gritos de advertencia que les llegaban desde el interior. Siempre según estas fuentes, otro grupo de policías accedió por el tejado. El Gobierno informó de que participaron 60 agentes.

El primer objetivo de los policías fueron los pisos superiores y los balcones. Entre ellos, desmontaron la red de la fachada a la que se habían encaramado dos jóvenes. Mientras soltaban a las resistentes que se habían encadenado a un bidón lleno de cemento, llegaron nuevos policías con perros especializados en detección de personas.

Los incidentes más graves se produjeron en el exterior. La noticia de los dos traslados a urgencias se tuvo desde las 9.30 horas. La Policía española, que participó junto con los forales en las cargas, acordonó todos los accesos aNabarreria. Mientras tanto, operarios de una empresa de construcción procedieron a bloquear de nuevo todos los accesos del edificio. Aunque no lo suficientemente bien, como se vio por la tarde.

En las cargas de la mañana, recibió dos golpes de un policía la parlamentaria de EH Bildu Asun Fernández de Garaialde.

La reacción de los defensores de Maravillas comenzó a las 18.00 horas en una asamblea en la Plaza del Castillo. Como había gran afluencia de gente, se vieron con músculo para iniciar una protesta por las calles. Se encontraron con todas las salidas de Alde Zaharra cortadas por la Policía española, que los encajonó en el barrio, por donde callejearon hasta Nabarreria, regresando así al portón de Maravillas. Las puertas volvieron a abrirse, entrando decenas de jóvenes al interior.

Solana explica su versión

El Gobierno, al salir a dar cuenta de la operación a mediodía, aseguró que todo el mundo se equivoca y trató de cargar la responsabilidad del litigio sobre el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron (EH Bildu). Solana aseguró que la Policía Foral se limitó a «proceder» cuando le llegó la orden judicial y que la responsabilidad de que no haya un gaztetxe en Alde Zaharra es municipal. A Solana no le parece aceptable que «el alcalde, el primer responsable de sentarse a hablar, pretenda escudarse en la mediación cuando es el interlocutor». En su opinión, la okupación de Rozalejo de setiembre pasado responde a que Asiron no escuchó las demandas de los colectivos.

Preguntada sobre quién se responsabiliza de las cargas policiales y los heridos, la consejera señaló que «todo el que participa en una situación de estas asume las consecuencias». El Gobierno no descartó que se produzcan nuevas movilizaciones en los próximos días.

En su relato, Solana recordó que el Gobierno interpuso una denuncia contra la okupación del Palacio en setiembre pasado, nada más entrar los jóvenes en el local. Asimismo, recordó que el diálogo quedó roto una vez que desde Maravillas se negaron a acudir a una reunión ofrecida por Barkos en Diputación.

Reacciones al desalojo

Este desalojo no era deseado ni por los vecinos de Alde Zaharra, que llamaban este mismo jueves a la mediación, ni por ninguno de los socios que sustentan a Barkos en el poder. Todos los partidos habían dejado claro que había que sentarse a una mesa. La operación policial provocó reacciones airadas de los socios de gobierno, todas ellas realizadas antes de conocerse que el Palacio sería recuperado.

«Así, no», aseguró Adolfo Araiz (EH Bildu) en rueda de prensa de urgencia: «Estamos convencidos de que el desalojo se podía haber evitado si el Gobierno no hubiera dado la espalda al diálogo y hubiera actuado con altura de miras y de forma responsable».

Pocos minutos después, era el alcalde Asiron quien reaccionaba. Pidió más diálogo y se ofreció personalmente a implicarse en una solución como mediador. Lamentó que la operación policial acabara en ese momento dejando «otro edificio vacío». Y también criticó al Gobierno por no avisarle de la irrupción.

La acción sí que fue aplaudida desde la oposición. La primera en felicitarse por ello fue la responsable del PP, Ana Beltrán. El PSN también aplaudió el operativo contra «una ocupación ilegal, política y excluyente».

Orain Bai, grupo surgido de la ruptura de Podemos en el Parlamento liderado por Laura Pérez, solicitó la comparecencia de Uxue Barkos y la consejera de Interior, María José Beaumont, para explicar lo sucedido.

El secretario general de Podemos en Nafarroa tildó la actuación de «autoritaria». Eduardo Santos dijo que «no se puede amparar el uso de la violencia. Era innecesaria y siempre tiene consecuencias indeseables».

«Geroa Bai ha sido muy consciente de las consecuencias legales que tenía la presentación de una denuncia y su no retirada, a pesar de las solicitudes de sus socios de gobierno, distintas asociaciones y de la parte okupante al diálogo», recordó Izquierda-Ezkerra.