Gulina fue arrestado en noviembre de 2007, en una redada que se saldó con la detención de seis jóvenes de Burlata. El Ministerio de Interior les relacionaba con un total de 32 acciones de kale borroka de muy diverso tipo ocurridas en Nafarroa, según explicó el que entonces era máximo jefe de la Policía española y la Guardia Civil, Joan Mesquida.
Al término del periodo de incomunicación, todos denunciaron haber sufrido torturas en dependencias de la Guardia Civil y la Policía española.
Gulina salió a la calle en febrero de 2009, a la espera de juicio. Este llegó en febrero de 2013, pero Gulina no se presentó. Más de cuatro años despúes, en octubre de 2017, fue detenido en Berlín (Alemania), junto al iruindarra Mikel Barrios.
En diciembre fue extraditado al Estado español, y en julio pasado fue juzgado, junto a José Javier Osés, por los actos de los que se le acusaba, supuestamente cometidos antes de su arresto en 2007. Durante la vista ambos reiteraron haber sufrido malos tratos.
Dos meses después ha recuperado la libertad y ha regresado a Burlata, donde ha sido recibido.
#BatGutxiago Gulina bizilagunen besarkadak jasotzen erbestean eta espetxean urte batzuk eman eta gero. Gaur Burlatan eginen du lo. pic.twitter.com/iYZAYisfS4
— Ahotsa.info (@AhotsaInfo) 7 de septiembre de 2018