El corredor que pasará a la historia por lograr el primer triunfo de su equipo en una grande atiende a GARA dentro de una agenda cargada.

¿Cómo recuerda la victoria de La Camperona y su repercusión?

Era una etapa que me gustaba, salimos a coger la fuga yo y Prades, también entró Gari Bravo, y fuimos con sangre fría sin entorpecer los relevos de otros, pero sin gastar demasiado. Había equipos con dos corredores y les dejamos el peso de la fuga. Al ver el nivel de los 32 que había escapados pensaba en hacer como mucho el décimo. Con Izagirre, Majka, Zakarin..., que son top mundial, si me llegan a decir que gano no me lo iba a creer. El final lo recuerdo con sufrimiento, iba dándolo todo, sabía que cuando adelanté a Majka y Teuns quedaba un kilómetro. Vi que no me cogían la rueda, sabía que era cabeza de carrera, no me lo podía creer y pensé ¿por qué no llegar el primero?

La repercusión es una barbaridad. La vida no me va a cambiar, pero he tenido muchísimo ajetreo con los medios. A alguno lo he dejado sin contestar, vino mi novia el día de descanso y no pude estar con ella ni cinco minutos. Pero estoy muy contento, esto pasa una vez en la vida y hay que disfrutarlo. Han venido a felicitarme Top mundiales como Porte, Trentin, Majka…, y decirme que se quedaron asombrados me llena de orgullo.

¿Esta victoria puede ser como la de Laiseka en Luz Ardiden y asegurar la Vuelta para 2019?

Sé que es muy importante y el tiempo dirá cuánto. Subir a los Lagos y que toda la gente te llame por tu nombre... La victoria ha llegado muchísimo a la gente y puede marcar un hito para el ciclismo vasco. Ojalá. Hablé con Guillén y se me olvidó comentarle eso, pero ganar una etapa siendo Pro-Conti no es nada fácil, ni en el World Tour, y creo que será un pasaporte para estar el año próximo en la Vuelta.

Tiene más mérito su Vuelta tras la Volta a Portugal de once etapas…

Fue durísima por el calor aberrante. Nunca había corrido con tanto calor, con 45 grados. La gente se desmayaba, fue exagerado, no tanto por el recorrido como por el calor brutal de esos primeros días que marcaron la diferencia. Luego la montaña hizo mucho daño, es un país muy montañoso, y me ha dado un punto muy bueno para la Vuelta como se está demostrando. No estoy cansado porque al principio de año me tuvieron que operar de la nariz y eso hace que la temporada no me resulte larga. Estoy en mi mejor momento y hay que aprovecharlo.

Estaba en el ocho de la Itzulia y…

No es plato de buen gusto que te quiten el día anterior de empezar por no dar el nivel, pero tenían sus motivos y lo entendí. Ahora me han dado la oportunidad de correr la Vuelta y, donde vaya, a hacerlo bien y ya está.

Fue el último en entrar en el equipo de la Vuelta con los siete fijos.

Primero me preguntó Rubén Pérez qué me parecía hacer la Vuelta cuando acabé Portugal. Hice una buena crono y en el regreso a la altura de Palencia, donde gané la vuelta en aficionados, Odriozola ya me dijo que me esperaban para la Vuelta.

Es su debut en el World Tour. ¿Hay un nivel muy alto?

En la Vuelta parece que la gente viene de paseo, pero es mentira. Aquí se pelean las fugas a muerte y se corre a un ritmo infernal, es una carrera muy competida.

Y tras enlazar Portugal y Vuelta demuestra resistencia, da el nivel en las cronos y las subidas y eso marca en las grandes vueltas...

Lo que me falta es el sprint, todo no se puede tener y por mi peso en llano si sopla mucho aire tengo que flojear, pero me defiendo en casi todos los terrenos. Esta Vuelta me da confianza a mis 23 años. Sabía que era un ciclista de fondo, que cuanto más días, más subidas y más dureza mejor y se está corroborando. Estoy muy contento.

No disputó la crono con la mirada puesta en la etapa de hoy. ¿Sueña con repetir victoria en Oiz en una llegada similar a la Camperona?

Hay que intentarlo. Si no, hay que irse a casa. Será muy complicado, pero con el apoyo del público menos. Voy a intentar estar en la fuga, hacerlo bien y lograr un gran resultado al final de la etapa. La llegada de Oiz es muy importante y por eso no disputé la crono, si lo das todo pasa factura. Tenemos muchísima motivación, va a ser prácticamente como la Itzulia para el equipo, la etapa deseada desde el primer día. Estoy deseando ver a mucha afición vasca. Corrí en Amorebieta y Ordizia, pero no se puede comparar con una gran vuelta o con la Itzulia. Por eso tengo muchas ganas de ver cómo responde la afición vasca.

Tiene contrato para 2019, ¿qué supone la confirmación de que su equipo sigue en Pro-Conti?

El salto ha sido muy importante. Es un equipo similar y hemos dado todos un salto de calidad muy grande y estamos muy satisfechos. Esto supone no dar un paso atrás, seguir hacia adelante creciendo. Al equipo le tengo que agradecer mucho. Si no es por ellos no sé ni donde estaría. Como el Lizarte, me dio la oportunidad de ser ciclista.