EH Bildu ha presentado un proposición no de ley en la que exige que se paralice la construcción del tren de alta velocidad (TAV) en la CAV mientras se realiza un diagnóstico sobre la seguridad de los trabajadores. El grupo soberanista reclama una investigación «en profundidad» sobre las condiciones de contratación, el número de horas que se trabaja, las medidas de seguridad que se adoptan y la maquinaria que se emplea en esta polémica infraestructura, que en las últimas semanas se ha cobrado la vida de dos personas.

«Nueve trabajadores han muerto ya en las obras del TAV, el último el pasado martes en el túnel de Aduna. A estas alturas es evidente que el TAV se está convirtiendo en un tren de alto riesgo, y es intolerable ver cómo se pone en peligro la vida de los trabajadores en nombre de un proyecto que no tiene ni pies ni cabeza», manifestó ayer la parlamentaria soberanista Rebeka Ubera, que firma una iniciativa que pasará hoy por la Mesa de la Cámara de Gasteiz.

A su juicio, el Gabinete de Iñigo Urkullu «se ha empecinado con el TAV para llevarlo adelante cueste lo que cueste, sacrificando incluso las condiciones laborales y la seguridad de los trabajadores». «Y es hora de decir ‘basta ya’, hay que tomar medidas inmediatas porque el precio de satisfacer los intereses político-económicos de unos pocos no puede ser de ninguna manera sacrificar vidas de trabajadores», añadió. Ubera insistió en la necesidad de paralizar las obras del TAV mientras se realiza una auditoria de los elementos que inciden en las condiciones de seguridad. «Con nueve trabajadores muertos no cabe ninguna duda: hoy no se garantiza la seguridad de los trabajadores y, por lo tanto, sería una absoluta irresponsabilidad seguir con las obras en estas condiciones», apuntó.

Advirtió de que la petición de EH Bildu «no tiene que ver con estar de acuerdo o no con el TAV: lo que aquí está en juego es la vida de los trabajadores. Sin garantizar su seguridad, sería inaceptable empeñarse con las obras y no pararlas».